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Diálolgo EE.UU./Cuba: Jacobson agradece a cardenal cubano papel de la Iglesia
Jacobson se convirtió en la funcionaria estadounidense de más alto rango que ha viajado a Cuba en los últimos 35 años 
Se agradeció al Cardenal Ortega el ”importante papel” que ha desempeñado el Vaticano en el proceso en los contactos secretos previos entre Cuba y EE.UU. La secretaria de Estado adjunta para América Latina de Estados Unidos Roberta Jacobson se reunió en La Habana con el cardenal cubano Jaime Ortega, antes de concluir su visita a Cuba.
Jacobson y Ortega también intercambiaron acerca del “importante papel” que ha desempeñado el Vaticano en ese proceso en los contactos secretos previos entre Cuba y EE.UU., indicó un comunicado de prensa divulgado por el Departamento de Estado norteamericano.
“La secretaria de Estado (Jacobson) valoró la oportunidad de escuchar las perspectivas del cardenal Ortega, así como la visión de otros grupos religiosos, sobre la situación de Cuba”, señaló la fuente.
La subsecretaria del Departamento de Estado se convirtió esta semana en la funcionaria estadounidense de más alto rango que ha viajado a Cuba en los últimos 35 años, con motivo de las primeras conversaciones que ambos países sostuvieron el jueves para restablecer sus vínculos diplomáticos e iniciar la ruta de normalización de sus relaciones.
Jacobson quien arribó a la isla el miércoles, el mismo día en que Cuba y Estados Unidos adelantaron una reunión de diálogos migratorios, encabezó el jueves las negociaciones con la isla, cuya delegación estuvo liderada por la directora para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal.
Al margen de las conversaciones oficiales, Jacobson también sostuvo un desayuno de trabajo con miembros de la disidencia interna y visitó a la bloguera independiente cubana Yoani Sánchez.
En sus declaraciones ante la prensa, la secretaria de Estados Unidos para América Latina insistió en que la finalidad del giro en la política de Washington hacia Cuba es promover una mayor apertura en la isla y “empoderar” al pueblo cubano.
Además, recalcó que las conversaciones recién iniciadas serán un proceso largo y complejo, en medio de las “profundas diferencias” bilaterales, si bien consideró que esas contradicciones no tienen por qué obstaculizar el restablecimiento de relaciones diplomáticas, rotas desde 1961.
