Brasil anunció este lunes un alza en el precio de los combustibles como parte del ajuste fiscal iniciado por el gobierno de Dilma Rousseff para sanear sus cuentas y estimular el débil crecimiento.
El ministro de Hacienda, Joaquim Levy, dio a conocer cuatro medidas que restablecen o elevan los tributos sobre el crédito, las importaciones y los combustibles, principalmente.
En el caso de la gasolina habrá un incremento de 0,22 centavos de real (0,083 centavos de dólar) y de 0,15 centavos de real (0,056 centavos de dólar) para el diesel.
En Sao Paulo, por ejemplo, el litro de gasolina aumentará en promedio de 2,86 a 3,08 reales (1,16 dólares) .
“Si no hubiera cambios en el precio anunciado por la Petrobras, significa un aumento de 22 centavos”, explicó Levy. El ajuste empezará a regir el 1 de febrero.
El ministro agregó que las nuevas disposiciones prevén aumentar la recaudación en 20.630 millones de reales (unos 7.785 millones de dólares) hasta fin de año.
El gobierno reactivó igualmente el impuesto del 3% sobre los créditos personales y elevó de 9,25% a 11,75% una tasa sobre importaciones.
La cartera de Hacienda enfatizó en un comunicado que las medidas son “parte de las acciones del gobierno para alcanzar el reequilibrio fiscal” .
Brasil espera conseguir en 2015 un ahorro para el pago de la deuda pública de 66.000 millones de dólares (1,2% del PIB) , tras fracasar en los últimos años en su meta fiscal.
Este índice es seguido de cerca por el mercado para medir su confianza en la economía brasileña. “Estas medidas tienen por objetivo aumentar la confianza en la economía (...), aumentar la disposición de las personas de invertir en Brasil” , recalcó Levy.
El gobierno de la populista Dilma Rousseff, que asumió en enero para un segundo mandato de cuatro años, se vio forzado a adoptar una política de austeridad con miras a equilibrar las cuentas públicas, recuperar la confianza de los mercados y atraer inversiones.
Las medidas anunciadas hasta el momento prevén, entre otros puntos, un recorte de gastos de funcionamiento en el Ejecutivo y restricciones al seguro de desempleo y pensión por muerte.
Según las estimaciones oficiales, la mayor economía de América Latina conocería un crecimiento cercano a cero en 2014, y de apenas 0,5% en 2015, muy lejos del 7,5% que alcanzó en 2010. A la desaceleración se suma una inflación de 6,41% el año pasado, cerca del techo de la meta oficial de 6,5%.