Brasil registró el año pasado una reducción del 59,5% de los casos de dengue en comparación con los números de 2013, pero presentó un aumento significativo de los de chikunguña, que desde su aparición en septiembre se elevaron a 2.258.
Ambos virus tiene como mismo vector al mosquito aedes aegypti y, de acuerdo con los datos recopilados entre el 1 de enero y el 27 de diciembre, las autoridades sanitarias deberán reforzar las medidas de prevención en 2015.
“Con el inicio del período de lluvias, es fundamental que la población refuerce las acciones para la eliminación de los criaderos de los mosquitos”, apuntó el comunicado del Ministerio.
Según un informe presentado por el Ministerio de Salud, hasta finales de enero la institución destinará recursos adicionales por valor de 150 millones de reales (unos 55 millones de dólares) para que los estados y municipios realicen acciones de combate a los mosquitos transmisores de las dos enfermedades.
La vigilancia epidemiológica y el perfeccionamiento de los planes de contingencia forman parte de la estrategia.
En el caso de la fiebre chikunguña, el Ministerio indicó que de los 2.258 casos registrados, 93 fueron “importados” de personas que llegaron de República Dominicana, Haití, Venezuela, islas del Caribe y Guayana Francesa.
La mayoría de casos autóctonos se presentaron en los estados de Amapá (norte), Bahía (nordeste), Distrito Federal de Brasilia (centro) y Mato Grosso do Sul (occidente) .
Desde la aparición de la enfermedad a finales de 2013 en el Caribe, Brasil adoptó un plan nacional de contingencia con entrenamiento de profesionales y preparación de laboratorios de referencia para el diagnóstico de la fiebre chikunguña, que además del vector aedes aegypti, también es transmitida por el mosquito aedes abopictus.
Los síntomas, que aparecen normalmente después de un período de incubación de tres a siete días, son fiebre, dolor fuerte en las articulaciones, dolor de cabeza y erupciones cutáneas, que se pueden agravar con vómitos y diarrea durante unos diez días, aunque la mortalidad es “ rara ” según la Organización Panamericana de la Salud.
Brasil registró el primer caso autóctono de la enfermedad en septiembre y desde entonces el chikunguña viene creciendo progresivamente. En diciembre se registró el primer caso en el estado de Mato Grosso do Sul, fronterizo con Paraguay y Bolivia.