El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, considera que las bajas tasas de interés que existen actualmente en Europa se mantendrán en ese nivel durante un largo tiempo.
Desde hace mucho los intereses son muy bajos y probablemente eso seguirá siendo así durante mucho tiempo, dijo Draghi en una entrevista que publica este martes el periódico económico alemán Handelsblatt.
En la entrevista, Draghi instó también a los gobiernos europeos a adelantar reformas estructurales.
La triada de falta de reformas, burocracia y alta carga fiscal afecta la recuperación de Europa, dijo Draghi. Europa, según Draghi, tiene actualmente la carga fiscal más grande del mundo lo que significa una desventaja competitiva.
Concretamente, Draghi pidió aumentar las inversiones en investigación, ciencia, educación y tecnología digital y, paralelamente, reducir todos los otros gastos y la carga fiscal.
Draghi ve peligro de que en la zona euro se dé una espiral de bajada de precios que dificulte la reducción de las deudas, frente las inversiones de las empresas y la disposición al gasto de los consumidores.
La posibilidad de que no cumplamos con la meta de mantener la estabilidad de los precios es ahora mayor que hace seis meses, dijo Draghi.
Por ello, Draghi insinuó que el BCE podría empezar próximamente a aplicar el programa de compra de títulos de deuda soberana. Concretamente, Draghi aseguró que ya se están adelantando los preparativos técnicos para cambiar la velocidad, el alcance y la composición de nuestras medidas a comienzos de 2015 en caso de que esto se haga necesario para enfrentar un largo período de inflación baja.
Draghi, por otra parte, descartó dejar el BCE para pasar a la política para, por ejemplo, convertirse en sucesor del presidente italiano Giorgio Napolitano.
No quiero ser político. Mi mandato en el BCE rige hasta 2019, dijo Draghi.
A partir de este año, el BCE sólo tomará decisiones sobre las tasas de interés cada seis semanas y no una vez al mes como lo había hecho hasta ahora.
Draghi explicó este cambio de ritmo como una reacción a las expectativas exageradas de los mercados que, en caso de no cumplirse, tiende a generar turbulencias para las que no hay ninguna justificación económica objetiva.