La refinería Abreu e Lima, primera planta de procesamiento de petróleo construida por la Petrobras en los últimos 34 años, comenzó a refinar crudo tras casi diez años de obras y una gran polémica por su elevado costo y por la decisión de la venezolana PDVSA de no sumarse al proyecto.
La petrolera estatal brasileña informó en un comunicado de que comenzó a producir derivados de petróleo en la Unidad de Destilación Atmosférica (UDA) de la Refinería Abreu e Lima, ubicada en el estado de Pernambuco (nordeste), y que esa producción ya fue almacenada en los tanques y esferas de la unidad.
“La primera carga de petróleo, tras el procesamiento en la UDA, generó gas licuado de petróleo (GLP), nafta, diesel y residuo atmosférico (RAT)”, según la nota de Petrobras.
La petrolera informó igualmente de que, con su primera carga de petróleo, también produjo el gas utilizado para alimentar la propia refinería.
Los derivados fueron producidos en el primero de los dos parques que compondrán la refinería, cada uno de los cuales con capacidad para procesar 115.000 barriles diarios de petróleo.
Petrobras recibió en noviembre la autorización de la Agencia Nacional de Petróleo para poner en operación todas las unidades de su primer parque, incluyendo las unidades de destilación atmosférica, producción de coque, tratamiento cáustico, hidro-tratamiento de diesel, hidro-tratamiento de nafta, generación de hidrógeno y tratamiento de aguas ácidas.
El órgano regulador también autorizó a Petrobras a poner en operación 36 de los tanques y cuatro de las esferas de almacenamiento de derivados, que tiene capacidad para un millón de metros cúbicos de combustibles.
En su primera etapa, la producción del primer parque estará limitada a 11.765 metros cúbicos diarios de combustibles, lo que equivale al 64 % de su capacidad, por lo menos hasta que la petrolera cumpla todos los requisitos exigidos por las autoridades ambientales.
Petrobras prevé que la refinería estará en operación completa en mayo de 2015, cuando el segundo parque de refino comenzará a refinar petróleo y la producción de derivados podrá llegar a la capacidad total de 230.000 barriles diarios.
Además de ser una de las mayores refinerías de Petrobras, la Abreu e Lima es la que más tiene capacidad para producir diesel, un combustible que Brasil aún importa en grandes volúmenes. La producción de esta refinería puede atender hasta el 17 % del consumo brasileño de diesel.
Petrobras, con once refinerías, no construía una nueva desde 1980, cuando inauguró la procesadora de la ciudad de Sao José dos Campos, en el interior del estado de Sao Paulo.
A diferencia de Abreu e Lima, adaptada para la mayor parte del crudo extraído en Brasil, las demás refinerías de la empresa fueron proyectadas para procesar crudo liviano importado, ya que en la época Brasil aún carecía de reservas y producción significativa.
Esa característica obliga a la empresa a seguir importando petróleo liviano y a exportar gran parte del crudo pesado que extrae de la cuenca marina de Campos, frente al litoral de Río de Janeiro y de donde extrae más del 90 % del crudo brasileño.