La Contraloría General de Brasil abrió esta semana un proceso administrativo a ocho importantes empresas constructoras por supuestos fraudes en el gran caso de corrupción que tiene en su centro a la petrolera estatal Petrobras.
Las empresas investigadas se encuentran entre las principales constructoras de Brasil: Camargo Correa, Engevix, Galvão Engenharia, Iesa, Mendes Junior, OAS, Queiroz Galvão y UTC-Constran, según un comunicado de la Contraloría, que no descartó extender las investigaciones a otras compañías.
Los procesos podrán acarrear la prohibición de que estas constructoras firmen nuevos contratos en licitaciones públicas, además de la aplicación de multas y otras penas.
La Policía arrestó el mes pasado a 16 altos ejecutivos de estas constructoras del país, sospechosos de crear un cartel para repartirse las obras convocadas por Petrobras e hinchar los precios de las mismas.
Esos fondos sirvieron en parte, según las investigaciones, para alimentar una vasta red de corrupción con la que se pagaban sobornos millonarios a decenas de políticos y partidos.
Según las declaraciones de un ex-directivo de Petrobras al juez, el 3% del monto de cada obra ejecutada por el sector de Abastecimiento de Petrobras se destinaba al pago de coimas a partidos políticos oficialistas, principalmente el de los Trabajadores, PT, del ex presidente Lula da Silva y de la mandataria Dilma Rousseff.