Los funcionarios del sistema de Salud municipal de Chile iniciaron una huelga de 72 horas en demanda de mejoras salariales y laborales, y dejaron sin atención centenares de consultorios en todo el país, en tanto los residentes de Santiago estuvieron expuestos a un segundo día de conflicto en el transporte urbano.
La movilización de la salud fue convocada por la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipalizada (Confusam), que la semana pasada convocó una huelga de 48 horas, tras considerar fracasada una mesa negociadora que mantenía con el Ministerio de Salud.
En los consultorios municipales se proporciona principalmente atención de salud primaria, se hacen controles de niños sanos, se entrega leche a los bebés, además de anticonceptivos, insulina y fenobarbital para enfermos crónicos.
Lamentablemente hemos tenido que llegar a concretar nuevamente una movilización. Insistimos que era necesario construir un acuerdo, pero como dicen por ahí en las marchas, 'el Gobierno no escuchó y a la calle nos mandó', dijo a los periodistas el presidente de la Confusam, Esteban Maturana.
Queremos señalar que si después de este paro de 72 horas no hay acuerdo, las cosas se van a complicar todavía más, añadió Maturana, quien aseguró que durante la huelga se atenderán los casos de urgencia en todos los consultorios.
En el gobierno, la subsecretaria de Redes Asistenciales, Angélica Verdugo, se declaró sorprendida por el paro de actividades y calificó de lamentable que se convoque cuando hay una mesa negociadora que está trabajando desde hace varios meses.
El gobierno lamenta este nuevo llamado a movilización de la atención primaria debido a que el gobierno está trabajando en una mesa tripartita, estamos avanzando en temas de interés mutuo. Nos sorprende un llamado a paro en medio de una mesa de conversación con la Confusam, añadió Verdugo, en declaraciones al Canal 13.
A su vez unas 150.000 personas tuvieron problemas de movilización por segundo día consecutivo en Santiago a causa de una huelga de los conductores de la empresa Subus, una de las operadoras del Transantiago, el sistema de transporte público de la capital chilena.
Los sectores más afectados por la situación fueron en el área sur de Santiago y al norte de capital chilena, de unos siete millones de habitantes.
Los dirigentes sindicales de los conductores, que el lunes tuvieron estériles negociaciones con la empresa, se disculparon con los usuarios y afirmaron que mantener la huelga es la única forma de poder mejorar sus condiciones laborales.
Los trabajadores piden principalmente un ajuste salarial de 50.000 pesos (unos 85 dólares), un bono por término de conflicto pagadero en una cuota y la instalación de baños en las terminales, mientras la empresa afirma que el pasado viernes se había alcanzado un acuerdo y que por lo tanto la huelga es ilegal.
No obstante la prolongación de la huelga, las partes anunciaron que las negociaciones seguirán este martes.
En tanto, la Dirección de Transporte Público Metropolitano (DPTM) puso en marcha un plan de contingencia para paliar los efectos de la huelga con una flota de 150 autobuses, con el apoyo de otras operadoras del sistema de transporte.