El Banco New York Mellon (BoNY) rechazó el pedido de Argentina para que renuncie al rol de agente fiduciario del país, y adelantó que continuará respetando las órdenes judiciales en relación al pago a acreedores.
El banco continúa siendo elegible para servir como agente fiduciario para los bonos, de acuerdo a los términos del acuerdo firmado con el Gobierno originalmente en 2005, sostuvo la institución.
Por esa razón, el banco continuará cumpliendo las órdenes de la justicia que gobiernan sus acciones como agente fiduciario en esta materia.
El gobierno argentino exigió en un documento que el banco renuncie de forma inmediata a su rol de agente fiduciario para escoger otra entidad que desempeñe ese papel y efectúe pagos a tenedores de bonos argentinos.
El BoNY no realiza pagos a los tenedores de bonos reestructurados de Argentina en cumplimiento de una orden emitida por un juez de Nueva York, Thomas Griesa.
La imposibilidad de pagar a tenedores de bonos que se sumaron a dos operaciones de reestructuración de la deuda condujo al país a un default técnico en septiembre.
El eje de la discusión son los 539 millones de dólares depositados por Argentina en el BoNY a fines de junio para abonar intereses de esos títulos y congelados de inmediato por Griesa para forzar al país a llegar a un acuerdo con los fondos especulativos que le ganaron un juicio por 1.330 millones de dólares de deuda impaga desde 2001.
Sin embargo, tenedores de bonos bajo jurisdicción en Europa consideran que están fuera del alcance de la decisión de Griesa y exigen que el BoNY efectúe las transferencias de dinero.
Para el gobierno argentino, al negarse a pagar, el BoNY se ha convertido en incapaz de actuar y por lo tanto se encuentra en violación de los acuerdos firmados con el país.