El gobierno brasileño volvió a descartar un posible racionamiento de energía a pesar de la crisis hídrica que atraviesa una parte del sureste del país, según resaltó el secretario ejecutivo del Ministerio de Minas y Energía, Márcio Zimmermann.
Durante la décimo quinta edición del Energy Summit, celebrado São Paulo, Zimmermann explicó que, a pesar de la falta de lluvias en algunas zonas de Brasil, el país está “equilibrado estructuralmente”, aunque precisó que el sector eléctrico tiene “desafíos” por delante.
El presidente de la Empresa de Investigaciones Energéticas, Maurício Tolmasquim, por su parte, señaló que la solidez estructural del país garantiza que no sea necesario “imponer medidas de corte de demanda” como en 2001.
Durante el congreso, el profesor del grupo de estudios del sector eléctrico de la Universidad Federal de Río de Janeiro (GESEL/UFRJ), Nivaldo de Castro, resaltó, por su parte, que la crisis hídrica está dejando al sector eléctrico “estresado con problemas operacionales y financieros”, pero precisó que no invalida la consolidación del modelo energético nacional
A su juicio, un ejemplo de esa consolidación es la oferta de 50.000 megavatios energía en una próxima subasta.
Para Zimmermann, el modelo de compra y venta de energía a través de las subastas organizadas por el Gobierno brasileño supone una medida que “mantiene un equilibrio entre el mercado en expansión y la sociedad aumentando su consumo per cápita”.
“Tenemos respeto por los contratos y eso motiva varios agentes que tenemos en las subastas. Los países en desarrollo necesitan realizar eso para no caer en el racionamiento”, comentó el secretario ejecutivo del Ministerio de Minas y Energía.