En tanto la actividad económica de Estados Unidos creció a una tasa anualizada del 4,2% en el segundo trimestre, en la Comunidad Europea se reiteran los llamados para el impulso reformista que permita mejorar la confianza a la vez que orientar las políticas fiscales hacia el crecimiento.
El 4.2% es dos décimas más que en el cálculo preliminar del 30 de julio, según informó el Departamento de Comercio este jueves. En el segundo de sus tres cálculos del PIB trimestral, EE.UU. indicó que las empresas aumentaron sus inversiones en estructura en un 9,4%, en lugar del 5,3% estimado inicialmente.
El gasto empresarial en equipos aumentó en un 10,7%, en lugar del 7% que mostraba el cálculo preliminar.
Entre enero y marzo, la mayor economía del mundo registró una contracción del 2,1 % anualizado, atribuida en gran medida a la abundancia de tormentas de nieve y al frío invernal, que redujo la actividad en buena parte del país.
En el segundo trimestre, el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios del PIB, aumento a una tasa anualizada del 2,4%, según la información del Gobierno. Por su parte las ganancias de las empresas, que en el primer trimestre habían disminuido en un 9,4%, crecieron en el segundo un 8%.
Pero el panorama en la Unión Europea no era ni cerca de alentador. La CE pidió este jueves a los países que aceleren el impulso reformista para mejorar la confianza en las economías nacionales y la europea, al tiempo que abogó por orientar las políticas fiscales hacia el crecimiento, pero manteniendo la estabilidad de las finanzas públicas.
El vicepresidente de la CE y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Jyrki Katainen, indicó que el empeoramiento de la confianza económica en Europa en agosto no es una sorpresa después de las decepcionantes cifras de crecimiento en el segundo trimestre y las tensiones geopolíticas que han marcado este verano.
La confianza de consumidores y empresarios en la situación económica empeoró considerablemente en la eurozona y en el conjunto de la UE, según el indicador publicado este jueves por la CE.
Se trata de una fuente de preocupación, porque sin confianza no veremos mejorar la inversión que necesitamos para una recuperación más sólida del crecimiento y el empleo, dijo Katainen.
En este contexto consideró urgente la necesidad de utilizar todos los instrumentos disponibles para promover la inversión.
Katainen abogó por asegurar que las políticas fiscales se orienten hacia el sostenimiento del crecimiento, pero manteniendo la estabilidad de la finanzas públicas. En particular, explicó, la composición del gasto público debería orientarse mejor hacia la promoción del crecimiento.
El vicepresidente de la CE recordó que los ministros de Finanzas y de Economía abordarán estos importantes temas en la reunión informal que mantendrán a mediados de septiembre en Milán (Italia), así como en las próximas semanas y meses.
En la eurozona, el descenso en la confianza registrada en agosto después de una evolución generalmente plana durante los cinco meses anteriores, ha hecho retroceder el indicador al nivel de diciembre de 2013.
El empeoramiento resulta del deterioro de la confianza en el comercio minorista, en el consumo, en la industria y, aunque menos, en los servicios, explica la Comisión.