La prensa europea está confirmando que el club catalán no renunció al delantero del Liverpool y goleador de la pasada Premier League, cuya cotización inicial valuada en 100 millones de euros seguramente sufrirá también las consecuencias de su mordida.
Para prevenirse ante la posible reiteración de este tipo de actitudes del Pistolero, que este lunes pidió públicamente disculpas y prometió no volver a hacerlo, Barcelona contempla la aplicación de una cláusula de rescisión automática.
La posibilidad de que Suárez pase al club español cobró importancia no sólo porque el goleador fue sancionado con nueve fechas y cuatro meses sin poder acercarse siquiera a un estadio, sino porque Liverpool está interesado en una contrapartida.
Se trata del delantero chileno Alexis Sánchez, cuya selección, al igual que la de Suárez, quedó eliminada en el Mundial de Brasil en octavos de final a manos del anfitrión, que chocará en cuartos con Colombia, verdugo de Uruguay.
Mientras se define el destino de Suárez, los dirigentes del club kosovar Ajvalija, que milita en la primera división de ese país, le propusieron al uruguayo jugar en su equipo hasta que se complete su sanción.
Ajvalija le recordó a Suárez que el club no forma parte de la FIFA, razón por la cual no se vería impedido de jugar con la casaca del club kosovar en caso de aceptar el convite, porque éste no se rige por el reglamento de la entidad.
La prensa de Belgrado informó que quien hizo llegar la propuesta a Suárez fue Xhavit Pacolli, presidente del Ajvalija, equipo de la capital Pristina, que terminó sexto en el campeonato de la temporada anterior.
Pacolli le habría ofrecido al Pistolero un salario de 1.200 libras esterlinas semanales (unos 1.500 euros) hasta noviembre, cuando se complete la sanción, salvo que la FIFA la reduzca si prospera la apelación de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
Ajvalija incluso estaría dispuesto a compensar a Liverpool con 25.000 libras esterlinas (unos 31.000 euros) si acepta el préstamo, cifras que -reconoce Pacolli- pueden parecer ridículas por tratarse de un jugador de la talla de Suárez.
Sin embargo, es lo máximo que podríamos pagarle -agregó- y si él acepta, sería bienvenido al club de Kosovo, país que declaró la independencia de Serbia el 17 de febrero de 2008 y no integra la FIFA, ni la UEFA.
Liverpool, dijo el director futbolístico del club inglés, Damien Comolli, debería mantener a Suárez en su plantel más allá de la sanción porque, se preguntó: ¿Con quién lo reemplazamos? En estos momentos no hay nadie como él.
Si hubiera un club comprador y sintieran que Liverpool quiere venderlo, tomarían ventaja y tratarían de bajar el precio, agregó Comolli, opinión compartida por la ex estrella del Liverpool Kenny Dalglish.
Suárez, quien en un primer momento negó haber mordido intencionalmente a Chiellini, este lunes le pidió públicamente disculpas al zaguero italiano, quien las aceptó también a través de las redes sociales.
Estoy profundamente amargado por lo sucedido. Me disculpo con Chiellini y con la familia del fútbol en general y me comprometo, públicamente, a no volver a protagonizar un hecho como este, prometió Suárez en Twitter.
Independientemente de las consecuencias y de las declaraciones contradictorias de los últimos días, efectuadas sin la intención de interferir en la buena performance de mi selección, la verdad es que mi colega Chiellini fue víctima de una mordida de mi parte, reconoció Suárez.