Las corrientes de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe aumentaron un 6% en 2013, hasta alcanzar los 182.000 millones de dólares, aunque con dispares destinos, según el informe sobre las Inversiones en el Mundo 2014 de la Conferencia de Naciones Unidas para la Cooperación y el Desarrollo (UNCTAD).
La cifra de 182.000 millones excluye lo obtenido por los centros financieros extraterritoriales. Si se incluyen estos centros, el volumen total de la IED en la región de América Latina y el Caribe se cifró en 292.000 millones de dólares.
El aumento del 6% hacia la región es el resultado de la combinación de un incremento del 64% de las corrientes de IED hacia América Central y el Caribe (incluyendo a México), por valor de 49.000 millones de dólares, y el descenso del 6% de la IED hacia América del Sur, por un monto de 133.000 millones de dólares.
En años anteriores, el crecimiento de la IED fue impulsado principalmente por Sudamérica, pero en 2013 las corrientes de IED dirigidas hacia esa subregión se redujeron, después de tres años consecutivos de fuerte crecimiento.
Todas las grandes economías sudamericanas padecieron una reducción de la IED.
La potencia regional, Brasil, registró una ligera disminución del 2%, debido a una caída de las corrientes dirigidas a la industria manufacturera y los servicios, aunque las dirigidas hacia el sector primario y hacia ramas de la producción como los vehículos de motor, la electrónica y las bebidas, aumentaron considerablemente.
Las corrientes hacia Chile, Argentina y Perú disminuyeron debido al descenso de la IED en el sector minero, explicitan los expertos de la UNCTAD.
Las inversiones en Chile cayeron un 29% (20.000 millones de dólares); en Argentina un 25% (9.000 millones de dólares); y en Perú un 17% (10.000 millones de dólares).
En cambio, las corrientes de IED hacia Colombia aumentaron el 8%, hasta alcanzar 17.000 millones de dólares, debido en gran parte, según el informe, “a las actividades transfronterizas de fusión y adquisición en los sectores de la electricidad y la banca”.
Por su parte, Venezuela registró un aumento del 119% de las IED (en torno a 7.000 millones de dólares), destaca el estudio.
Las corrientes de IED hacia América Central y el Caribe (excluidos los centros financieros extraterritoriales) aumentaron el 64% hasta alcanzar los 49.000 millones de dólares.
El informe explica este hecho especialmente por la adquisición, por un monto de 18.000 millones de dólares, de las acciones restantes del Grupo Modelo por la cervecera belga Anheuser-Busch InBev, lo que duplicó con creces la entrada de IED en México, cifrada en 38.000 millones de dólares.
No obstante este hecho puntual, también se registraron aumentos en Costa Rica (14%), Guatemala (5%) y Nicaragua (5%).
Las salidas de IED de América Latina y el Caribe (con exclusión de los centros financieros extraterritoriales) se redujeron en un 31%, por valor de 33.000 millones de dólares, “principalmente a causa del estancamiento de las adquisiciones en el extranjero y del fuerte incremento de los reembolsos de los préstamos a las empresas matrices por filiales extranjeras de empresas transnacionales brasileñas y chilenas”, explicita el texto.
Con respecto al futuro, el informe señala que “las nuevas oportunidades para los inversores extranjeros en los sectores del petróleo y el gas, como el gas de esquisto en la Argentina y la reforma energética en México, auguran perspectivas interesantes para la IED en la región”.
Asimismo, el informe destaca el crecimiento de la industria automovilística en Brasil y en México, y la atracción que el sector ejerce para las IED.