Este miércoles, tras casi 39 años, Juan Carlos I, abdicó al trono, dejando como heredero a su hijo Felipe VI, que ya fue proclamado oficialmente rey este jueves por la corte española. El 22 de noviembre de 1975, al producirse la vacante en la jefatura del Estado, el Príncipe Juan Carlos de Borbón y Borbón fue proclamado rey por las cortes españolas, con 37 años en ese entonces.
La historia señala que apenas se produjo el fallecimiento del dictador fascista Francisco Franco y con su cadáver aún expuesto en la Capilla Ardiente del Palacio Real, el luto oficial se levantó aquel día por unas horas para que su sucesor sea proclamado rey de España, una vez cumplido lo dispuesto en la ley de sucesión del régimen.
“Juro por Dios y sobre los santos evangelios cumplir y hacer cumplir las leyes fundamentales del reino y guardar lealtad a los principios que informan el movimiento nacional”, prometía Juan Carlos Borbón y Borbón, que desde su proclamación era denominado Juan Carlos I.
Reportes de la época aseguran que los que lo aplaudían en el palacio de las cortes no sólo veían al nuevo jefe del estado, sino que también la asamblea franquista pensaba que el joven rey debería ser no sólo el sucesor, sino el heredero y continuador de la obra de Franco.
Sin embargo, más allá de las predicciones, el Príncipe se convirtió en un joven Rey dedicado a trabajar junto a doña Sofía en el gran proyecto que fue el sueño de su padre, una Monarquía para todos.
El padre de Juan Carlos, don Juan de Borbón fue titular de los derechos dinásticos de la monarquía española, excluido por Franco de la solución monárquica con que el general quiso dotar a España tras su muerte. Don Juan de Borbón encarnaba justamente el tipo de monarquía liberal y democrática que el franquismo no tolera.
Juan Carlos I protagonizó el sexto reinado más largo de la historia de España desde 1746, en el que renunció a todos los poderes del Estado heredados de Franco y se convirtió en símbolo de unidad.
En una de sus últimas entrevistas concedidas a la Televisión Española (TVE) como rey de España, “el último rey político” afirmó: “Aunque no me gusta hablar de mí mismo, siendo sincero, a mí me gustaría que me recordaran como el Rey que ha unido a todos los españoles y que con ellos ha conseguido recuperar la democracia y la Monarquía”.
De esta manera, próximo rey Felipe VI que, según el pesado mandato legado por su padre deberá encarnar el impulso de una “nueva generación”, se enfrentará, en una España en crisis, a numerosas expectativas que probablemente le cueste satisfacer.