La Cámara de Diputados de Brasil aprobó este miércoles un plan que establece metas y estrategias para el sector educativo en los próximos 10 años, entre ellas la previsión de invertir en educación el equivalente al 10 % del PIB hasta el final de la década.
Parecería que las movilizaciones desde hace un año y la inminencia del inicio de la Copa del Mundo están acelerando el paso.
Tras la aprobación previa del Senado y el respaldo de la Cámara baja, el texto deberá ser sancionado ahora por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
El Plan Nacional de Educación, aprobado por 268 votos a favor y 118 en contra, prevé que la inversión en educación crezca paulatinamente hasta 2024, alcanzando el equivalente al 10% del PIB al año, lo que supone casi el doble del actual, 5,3 %. En 2019, quinto año de vigencia del programa, el valor debe estar en el 7 %.
El plan, aprobado con cuatro años de retraso, establece 20 metas para ser cumplidas en la próxima década, entre las que se encuentra la erradicación del analfabetismo, el aumento de plazas de educación, desde la guardería hasta la universidad, y la universalización de la atención escolar para niños entre 4 y 5 años, entre otras.
El relator del Plan Nacional de Educación, el diputado Angelo Vanhoni, afirmó que la propuesta revolucionará la educación en Brasil en los próximos años.
“Sabemos que invirtiendo en la base del proceso educacional garantizamos la permanencia de los niños y damos más calidad al sistema educacional brasileño”, comentó Vanhoni.
La aprobación de la ley comprometiendo más fondos para educación se votó en momentos que en varios estados los maestros están en huelga y los universitarios encabezan muchas de las protestas contra los fondos invertidos en la Copa del Mundo y que limitan aquellos para educación, salud, transporte y otros servicio públicos.