Los servicios en Brasil ofrecen barreras a la competencia netamente superiores a la media de los miembros de la OCDE y de los grandes países emergentes, según un informe, que destaca que la menor apertura se da en el transporte aéreo, el correo y el audiovisual.
Los obstáculos en Brasil son superiores a la media de los 40 países analizados -los 34 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)- en los 18 subsectores analizados, aunque el menor desvío se da en los servicios de contabilidad.
La organización señaló que dos razones lo explican, las regulaciones generales que afectan a todos los sectores y las reglas específicas para cada uno.
Así recordó que en Brasil se requieren 13 procedimientos administrativos separados para registrar una empresa y obtener los permisos puede ser lento, lo que repercute negativamente en el costo a la hora de establecerse.
También con carácter general, los proveedores extranjeros tienen un tratamiento diferencial con márgenes de preferencia en su contra que pueden llegar al 25 % del precio de los bienes y servicios.
La organización también se refirió a que los trabajadores extranjeros sólo pueden ser empleados si no hay ningún candidato brasileño que responde a los requerimientos de una plaza.
El transporte aéreo es el subsector con mayores obstáculos, ya que la participación extranjera está limitada al 20 % en derechos de voto y al 60 % en el capital total.
En el correo, la compañía estatal tiene el monopolio en la recolección, el transporte y el reparto de cartas, lo que cierra el acceso en este segmento a operadores privados.
En el audiovisual, las principales barreras son a la entrada de actores extranjeros, que tienen limitada su participación potencial al 30 %, y además a través de una sociedad de derecho brasileño.
Igualmente hay restricciones a la difusión de contenidos de producción extranjera, con cuotas reservadas a la brasileña en horario de máxima audiencia.
Las exportaciones brasileñas de servicios supusieron 39.100 millones de dólares el pasado año, mientras que las importaciones se elevaron a 86.600 millones.
Junto a Brasil, en este estudio han participado otras cinco grandes economías emergentes -además de los miembros de la OCDE-; China, Indonesia, India, Rusia y Sudáfrica.