Los trabajadores argentinos alcanzados por el Impuesto a las Ganancias (retribuciones) son más castigados y comienzan a pagar la tasa máxima con un nivel de ingresos menor que en Chile, Uruguay y Perú según un informe de Instituto Argentino de Análisis Fiscal.
“Si las tasas efectivas de Ganancias sobre los niveles bajos y medios de salarios alcanzados por el impuesto no se elevaran tan bruscamente, los reclamos de eliminación del tributo no encontrarían sustento”, advirtió un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal el cual advierte que los tramos de la escala de cálculo del impuesto están congelados a los valores del año 2000, por lo que los trabajadores que quedan comprendidos en el tributo deben soportar año a año una presión tributaria creciente a través de una alícuota superior por el aumento nominal del salario.
El IARAF añade que “una vez que un trabajador queda alcanzado por el tributo, las tasas efectivas que soporta son notablemente superiores a las de los países vecinos” y especifica que en Argentina “un trabajador comienza a pagar dicha tasa con ingresos equivalentes al 19% del de un trabajador uruguayo, del 23% si se lo compara con un chileno y del 43% ciento en relación a un trabajador de Perú”.
Mientras la oposición lucha por presentar proyectos en el Congreso para cambiar el mínimo no imponible, el IARAF propone sus propias soluciones al problema, que pasan por “establecer una escala de mínimos y deducciones de carácter general que evite la existencia de saltos según los niveles de ingresos, ya que ello genera significativas distorsiones al momento en que un trabajador pasa de una categoría más beneficiada a una menos beneficiada”.
Finalmente, el informe destaca que la falta de ajuste disminuye significativamente la progresividad del impuesto, afectando más fuertemente a los trabajadores con ingresos medios que a aquellos con ingresos más altos.