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“Matar o no al jefe de las FARC”, centra debate electoral en Colombia

El presidente Santos admitió que pensaría 'dos veces' antes de dar la orden

El candidato presidencial colombiano Óscar Iván Zuluaga, apoyado por el ex-mandatario Alvaro Uribe (2002-2010), aseguró que no lo pensaría “dos veces” para detener o matar al máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”.

 En un mensaje en su cuenta en Twitter, Zuluaga subrayó: “Que quede claro: yo no lo pensaría dos veces para dar de baja al jefe de las FARC, alias ‘Timochenko’”, en alusión a unos comentarios que hizo este jueves el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien aspira a la reelección en los comicios del próximo 25 de mayo.

El jefe de Estado dijo en una entrevista radial que en este momento del proceso de paz con las FARC “pensaría dos veces” la eventual orden a las fuerzas de seguridad de acabar con “Timochenko”.

Santos, cuyo Gobierno celebra conversaciones de pacificación con las FARC, en La Habana, agregó que el Ejecutivo sabe “más o menos” en dónde está el jefe guerrillero, que sucedió a Guillermo León Sáenz, alias “Alfonso Cano”, muerto en combates con la fuerza pública en noviembre de 2011.

Zuluaga, quien no desaprovecha ocasión para criticar a Santos, dijo además que “un presidente que piensa dos veces en capturar al máximo jefe del terrorismo y el narcotráfico, no puede reelegirse”, en referencia a la aspiración de Santos de conseguir un segundo mandato en las elecciones del 25 mayo.

El candidato del movimiento Centro Democrático, liderado por Uribe, reiteró sus críticas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a las que llamó “terroristas” y a los diálogos con el Gobierno en la capital cubana, que desde noviembre de 2012 buscan llegar a un acuerdo para acabar con el conflicto interno del país andino.

Zuluaga, quien se mueve entre el segundo y tercer puesto en las encuestas de intención de voto para los comicios, cerró sus comentarios con otra crítica a Santos al señalar: “un presidente que no respeta la institucionalidad, que se burla de los ciudadanos, no merece siquiera considerar seguir en el poder”.