Al menos seis gobernadores de estados brasileños renunciaron en los últimos días a sus cargos para poder presentarse a las elecciones de octubre próximo, entre ellos el de Pernambuco, Eduardo Campos, que aspira a la Presidencia de Brasil, informaron fuentes oficiales.
Según la legislación electoral brasileña, los candidatos a las elecciones que ocupen cargos en el Ejecutivo, salvo la presidenta de la República, tienen que abandonar los puestos públicos seis meses antes de las elecciones, plazo que vence este sábado.
Otros tres gobernadores estudian la posibilidad de renunciar a sus cargos para, de este modo, no quedar inhabilitados para las elecciones del 5 de octubre, en las que los brasileños elegirán al presidente de la República y a los 27 gobernadores de estado, y renovarán la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
Los seis gobernadores que ya confirmaron su renuncia y los tres que pueden secundarlos completan este año su segundo mandato consecutivo, por lo que no pueden aspirar a ser reelegidos y quedarán sin mandato a partir del 1 de enero de 2015.
El nombre de más peso entre los que han renunciado es Campos, que desde hace varios meses articula su candidatura a la Presidencia por el Partido Socialista Brasileño (PSB), formación que preside y de la que es el principal líder.
Campos fue ministro de Ciencia y Tecnología durante el gobierno de Lula da Silva (2003-2010) y dos veces gobernador de Pernambuco por el PSB, partido que abandonó el año pasado la coalición que respalda a la presidenta Dilma Rousseff.
El dimitente gobernador de Pernambuco se perfila como uno de los principales rivales en la lucha por la Presidencia de Rousseff que todavía no ha confirmado si aspirará a un segundo mandato, aunque su candidatura a la reelección es dada como cierta por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
También renunció a su mandato el gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, un líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado del PT en el Gobierno, que aspira a un asiento en el Senado. Río de Janeiro es el tercer colegio electoral de Brasil y supone un estado clave para las presidenciales.
Otro de los nombres de más peso entre los dimisionarios es Antonio Anastasia, dirigente del PSDB y hasta esta semana gobernador del estado de Minas Gerais (sureste), segundo mayor colegio electoral. Anastasia intentará, igual que Cabral, acceder a un escaño en el Senado para darle fuerza a la candidatura de Aecio Neves a la Presidencia.
Los otros tres gobernadores que ya han renunciado a sus cargos son los de los estados de Amazonas, Omar Aziz, del Partido Social Democrático (PSD); Roraima, José de Anchieta Júnior (PSDB), y Piauí, Wilson Martins (PSB), que igualmente aspiran a ser elegidos como senadores.
El gobernador de Ceará, Cid Gomes, y la gobernadora de Maranhao, Roseane Sarney, estudian la posibilidad de renunciar para no quedar inhabilitados o no dejar inhabilitados a familiares que aspiran a disputar las elecciones de octubre.
Ello debido a que el ex-ministro de Hacienda Ciro Gomes, hermano del gobernador de Ceará, puede ser postulado como candidato a senador, en tanto que la gobernadora de Maranhao estudia postular su candidatura al Senado a petición de su padre, el ex-presidente brasileño José Sarney