El comandante de la Armada colombiana, Hernando Wills señaló que el tráfico de cocaína y la minería ilegal son las principales fuentes de financiamiento de la guerrilla, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. El gobierno colombiano actualmente negocia un proceso de paz con dicho grupo en Cuba.
La mayor organización dedicada al narcotráfico es el grupo terrorista de las FARC, cuyo soporte financiero son las actividades de narcotráfico y la minería ilegal, actos delictivos que no solamente tienen las consecuencias conocidas por todos los colombianos y la comunidad internacional, sino que además son altamente perjudiciales para el medioambiente, explicó el Almirante Wills en una entrevista publicada este lunes en el periódico El Tiempo.
De acuerdo con el almirante, en lo que va de este año su institución se ha incautado de 14 toneladas de cocaína vinculada a las FARC, mientras que 28 guerrilleros han sido capturados, dado que el tráfico de drogas en Colombia se sigue originando principalmente por vía marítima. Junto con las FARC, en ciertas zonas del país también operan bandas criminales y grupos de narcotráfico.
El medio ideal para los narcotraficantes para mover estupefacientes continúa siendo el mar, especialmente mediante el empleo de lanchas rápidas, cubriendo trayectos escalonados o por etapas y con énfasis hacia los litorales para evadir la detección por parte de los países de la región, dijo.
Asimismo, se evidencia la continuidad, por parte de las organizaciones criminales al servicio del narcotráfico del empleo de artefactos semi-sumergibles y sumergibles, los cuales, por sus características y evoluciones, ofrecen menor probabilidad de detección, agregó Wills.
En paralelo a estas acusaciones, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC protagonizan, desde finales de 2012, en Cuba un proceso de paz que busca acabar con cinco décadas de conflicto armado interno. Ambas partes ya han llegado a acuerdos en temas como el desarrollo agrario integral y la participación en política de los guerrilleros que se desmovilicen. Los negociadores discuten actualmente sobre la solución al problema de las drogas.
Las FARC aseguran que se no se dedican directamente al narcotráfico, aunque han admitido que en sus zonas de influencia cobran impuestos a las organizaciones dedicadas a esa actividad ilegal.