México captaría entre 30,000 y 40,000 millones de dólares de inversión extranjera directa (IED) anuales a partir de la segunda parte del actual Gobierno, apuntalada por una serie de recientes reformas económicas y mayores flujos a manufacturas, anticipó el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
El año pasado, el primero de los seis del presidente Enrique Peña y quien terminará su mandato a finales del 2018, fueron aprobadas en el Congreso una reforma al sector de las telecomunicaciones, una fiscal para elevar la recaudación y otra para mejorar las reglas de competencia, entre otras.
Pero la joya de la corona fue la profunda reforma energética que abrió el sector clave a la inversión privada y está dirigida a terminar con el monopolio que la petrolera estatal Pemex ha mantenido por 75 años.
Con esta reforma, México, uno de los 10 mayores productores de crudo en el mundo, busca elevar su estancada producción de petróleo y gas.
“Vemos una inversión extranjera en el rango de 30 a 40,000 millones de dólares (por año) en la segunda parte de la administración del presidente Peña”, dijo Guajardo a Reuters.
“Creo que será una mezcla de no sólo inversión en energía y telecomunicaciones, sino también inversión atraída a nuevas oportunidades en manufacturas”, añadió.
La IED en México ha promediado los 23,000 millones de dólares entre 2000 y 2012, de acuerdo a datos de la Secretaría de Economía.
El Gobierno debe mandar ahora al Congreso las leyes derivadas de esas reformas -varias de ellas incluyeron cambios a la Constitución-, para poder ponerlas en marcha.
Con esas reformas, el Gobierno apuesta a volver a México más atractivo a la inversión privada y extranjera y apuntalar el crecimiento económico de la segunda mayor economía de América Latina y socio junto con Estados Unidos y Canadá en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).