Venezuela se prepara para quebrar un mito y darle un golpe a los bolsillos de los consumidores en el país donde la gasolina es de las más baratas del mundo: según un plan diseñado por el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, que también es vicepresidente económico de Venezuela el litro pasará de Bs. 0,097 a Bs. 2,69, unas 30 veces más caro.
Con estas cifras, un conductor que llene el tanque de 40 litros de su coche dos veces por semana tendrá un gasto al mes de Bs. 928 (poco más de 147 dólares), en lugar de los 33 bolívares (5,3 dólares) que paga hoy.
Para conductores con un consumo más alto, el aumento será mayor. Un estudio de El Nacional publicado esta semana estima que un automovilista que viva en la periferia de Caracas (San Antonio, Valles del Tuy) y que consuma tres tanques de gasolina a la semana pagará 1.296 bolívares mensuales (206 dólares) en lugar de los 108 bolívares al mes (17 dólares) que paga hoy.
Por el momento, sus ciudadanos pagan tan solo un centavo de dólar por litro de combustible, 120 veces por debajo del promedio continental: 1,26 dólares. Mantener ese valor del combustible en el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el mundo le cuesta al Estado venezolano 12.500 millones de dólares anuales en subsidios.
El economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela Rafael Quiroz ha cuestionado el aumento propuesto por el ministro Ramírez. ”Es conveniente corregir las pérdidas que afronta PDVSA por culpa del subsidio de la gasolina, pero el plan que tiene el Gobierno pretende subir el precio más de 28 veces. Esa cifra que presentó el ministro Ramírez está sobrestimada. Consideramos que el precio de la gasolina de 95 octanos debería aumentar no más de 8 veces para cubrir los costos de producción. Por tanto, la tarifa no debería ser mayor de 77 céntimos de bolívar (0,12 dólares), añade en la nota de El Nacional.
Actualmente el costo de producción de las gasolinas de 91 y 95 octanos deja pérdidas diarias de 38 millones y 86 millones de bolívares al día, mientras que el diesel implica una pérdida de 89 millones de bolívares al día.
El presidente lo que ha indicado es que debemos dar una discusión nacional de si ha llegado el momento o no de cobrar la gasolina, porque en este país no se paga por la gasolina, sino que es Petróleos de Venezuela la que paga para que echen gasolina, subrayó Ramírez.
La suba del precio del combustible, congelado desde hace años, trae inevitablemente el fantasma del Caracazo, en el que en 1989 una medida para subir el combustible encendió la mecha de un estallido social que causó un número aún indeterminado de muertos. Por las dudas, Ramírez se apuró en aclarar: No estamos imponiendo ningún paquete de medidas”.
El Caracazo contra el entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez ayudó a construir la base política de lo que luego se transformaría en la revolución bolivariana encabezada por el entonces frustrado joven oficial golpista Hugo Chavez.