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Piñera, el multimillonario que llega a la presidencia de Chile

Miércoles, 10 de marzo de 2010 - 18:04 UTC
Presidente. A partir de mañana. Presidente. A partir de mañana.

El empresario multimillonario Sebastián Piñera, que forjó su carrera política con una propuesta de derecha moderada que desafió a la línea dura cercana a Augusto Pinochet, se convierte este jueves en el nuevo presidente de Chile.

De 60 años, Piñera es dueño de múltiples empresas de las que tuvo que desprenderse o ceder temporalmente su gestión, y sólo se quedó con un canal de televisión y un club de fútbol -el Colo Colo- del cual no es hincha pero que es el más popular del país.

Hiperactivo (le dicen ´la locomotora´), inteligente, hábil y experimentado para sus aliados; calculador e indolente para amasar riqueza, según sus detractores, Piñera llega a la presidencia que buscó durante casi dos décadas en una carrera política que estuvo a punto de truncarse varias veces.

Casado con Cecilia Morel y padre de cuatro hijos, Piñera proviene de una familia vinculada a la Democracia Cristiana (DC), un partido que forma la Concertación, la coalición de centro-izquierda que ha gobernado Chile por 20 años.

Graduado en la Universidad Católica de Santiago y con un doctorado en Harvard, Piñera trabajó en los años 70 en el Banco Mundial y en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

A comienzos de los 80 introdujo en Chile el sistema de tarjetas de crédito, primer eslabón en una cadena de negocios que le redundó en una de las mayores fortunas del país.

Cuando en 1992 era senador y se proyectaba como candidato a la presidencia, un caso de espionaje telefónico difundido por la televisión echó por tierra sus posibilidades, en un escándalo que se conoce como el ´Piñeragate´.

Durante un programa de TV en el que participaba como invitado, se difundió la grabación de una conversación telefónica suya, en que daba instrucciones a un periodista amigo para perjudicar la opción presidencial de su correligionaria Evelyn Matthei.

Alejado de la política tras ese incidente, en 2001 intentó convertirse nuevamente en senador, pero el ala dura de la derecha le obligó a dimitir.

Su llegada a las grandes ligas de la política se dio en mayo de 2005 cuando le disputó el liderazgo a la gran figura de la derecha, Joaquín Lavín, para enfrentar a Bachelet en la presidencial de 2006.

“¿A qué le temen? ¿Por qué no permiten que se expresen las ideas, que surjan las mejores ideas, que haya libertad, que haya democracia?”, preguntó entonces desafiante Piñera ante las críticas por dividir a la derecha.

Piñera acabó con Lavín, que propugnaba una derecha muy conservadora, y se convirtió en el gran referente de una derecha moderada, un mensaje que caló.

En 2007 fue sancionado por no detener una orden de compra de acciones de LAN estando en conocimiento de sus resultados financieros antes que el mercado. Piñera no apeló la sanción y pagó una multa de unos 700.000 dólares.

“Tiene una personalidad difícil, es menos de demostrar afectos pero su carácter empresarial definitivamente lo acerca a los problemas de la gente”, comenta a la AFP José Miguel Izquierdo, uno de sus amigos cercanos.

“Tiene una gran capacidad intelectual. Impresiona la rapidez con que absorbe información y el gran conocimiento que tiene de los problemas reales”, agrega.

De la campaña anterior le viene el apodo de ´Berlusconi chileno´, por el actual primer ministro italiano, con quien comparte algunos rasgos, como la propiedad de una televisora y un equipo de fútbol.

Cuando tome el mando de un país de 17 millones de habitantes, Piñera ya tendrá dos retos importantes: reemplazar a Michelle Bachelet, que sale de la presidencia con una popularidad de 84%, y liderar la reconstrucción de Chile, donde varias zonas fueron devastadas por un terremoto y un tsunami el pasado 27 de febrero.  (AFP)
 

Categorías: Política, América Latina.