Grecia debería considerar la posibilidad de vender algunas de sus islas desiertas para reducir su deuda, afirmaron dos destacados diputados alemanes.
Suena a una fantasía provocada, quizás, por la ingesta excesiva de ouzo (anisado griego). Pero ese fue la insólita idea de dos diputados de Alemania, pertenecientes a la coalición de centroderecha de la canciller Angela Merkel.
En declaraciones de este jueves al diario Bild, Josef Schlarmann -un dirigente de los democrata cristiano de Merkel- y Frank Schäffler -un especialista en políticas financieras de los Demócratas Libres, su socio de coalición- señalaron que la venta de islas, monumentos y otros activos podría ayudar a Grecia a salir de la crisis.
Como explica la corresponsal de la BBC en Berlín, Oana Lungescu, Schlarmann alertó a Merkel de que no le prometa ninguna ayuda financiera a al primer ministro griego, George Papandreou, con quien se reunirá este viernes
La canciller no puede prometer a Grecia ninguna ayuda, dijo Schäffler al diario Bild. Aquellos en insolvencia tienen que vender todo lo que tienen para pagar a sus acreedores. Grecia posee edificios, compañías e islas deshabitadas, que podrían usarse para reducir la deuda, agregó Schlarmann.
Papandreou ha anunciado un estricto plan de austeridad con el que espera conseguir el apoyo europeo para reducir su elevada deuda.
Debate
Sin embargo, los diputados quisieron bajar el tono a las declaraciones. En diálogo con la BBC, admitieron que lo que dijeron tenía como objetivo iniciar el debate sobre cómo Grecia puede ayudarse a sí misma y lograr que el alicaído euro levante cabeza.
Ansgar Belke, jefe de investigaciones del Instituto Alemán de Investigacion Económica y observador del Banco Central Europeo, explicó a BBC Mundo que la idea de los diputados alemanes es inviable.
Medidas de este tipo no resuelven nada. No soluciona los problemas de fondo, no sirven. Pero señalan los problemas políticos del gobierno de Angela Merkel y el humor de la opinión pública en Alemania, dijo a BBC Mundo.
Efectivamente, los sondeos de opinión muestran que el 84% de los alemanes se oponen a que la Unión Europea ayude financieramente a Grecia.
La corresponsal en Berlín señala que las pequeñas islas griegas que pueblan las azules aguas del mar Egeo –unas 6.000, de las cuales sólo 227 están habitadas- son algunos de los activos más valiosos de Grecia.
La mayoría son propiedad de algunas de las personas más ricas del mundo. Según una página de internet especializada en inmuebles griegos, aunque las islas griegas sugieren la idea de multimillonarios tomando champaña en yates, lo cierto es que apenas valen unos dos millones de dólares cada una.
Relativamente accesibles, dice el sitio web. Siempre y cuando, claro, uno no sea griego.