Gobernantes de América Latina y el Caribe iniciaron la reunión del Grupo Río, que durará dos días, para avanzar hacia la creación de un nuevo organismo internacional sobre lo que ya han manifestado opiniones discrepantes varios de los presidentes que asisten al encuentro.
El presidente anfitrión, Felipe Calderón, abogó por la intengración al margen de ideologías y Arturo Valenzuela, responsable de la política en America Latina de EE.UU. dijo que no está en contra de una nueva organización americana sin su presencia
La creación de un organismo regional, similar a la OEA pero sin EE.UU. y Canadá ente sus miembros, es uno de los puntos destacados de la agenda. El responsable de la diplomacia de Estados unidos hacia América Latina, Arturo Valenzuela, dijo este lunes que su país no tiene ningún problema con la nueva organización que planean crear los Gobiernos del continente sin su presencia.
No obstante, advirtió de que existe un límite al número de cumbres y reuniones a las que los presidentes latinoamericanos pueden asistir, así como al número de organismos en funciones con sus secretariados respectivos. Hay una proliferación de estas iniciativas, que no tienen tanto contenido como deberían, sostuvo.
Además en las cumbres también se tratará la situación en Honduras tras el golpe de estado y una vez que han asumido las autoridades surgidas de las elecciones de noviembre pasado, la reconstrucción de Haití, el aumento de la tensión entre Argentina y el Reino Unido por el comienzo de la exploración petrolera en las Malvinas, o la manera de mejorar la posición regional en la economía global.
Durante el discurso inaugural de la llamada Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, Calderón abogó por avanzar con unidad de acción en el sueño de los libertadores americanos de tener un continente unido y orgulloso de sus raíces en el año en el que varios países celebran el bicentenario de su Independencia.
Si la aspiración dos veces centenaria de América Latina y del Caribe de ser una América unida tenía validez -afirmó el mandatario- lo es más ahora en el mundo global en el que vivimos. Felipe Calderón resaltó que cuando la región ha estado unida frente a otras naciones y a muchas adversidades ha podido salir adelante, mientras que cuando ha ocurrido lo contrario ha perdido y ha quedado rezagada frente a otras naciones y regiones del mundo.
A su juicio, la integración de América Latina y el Caribe es el medio más poderoso para alcanzar mayores niveles de crecimiento y desarrollo y para garantizar la participación efectiva y unida de la región en la economía y en las decisiones mundiales. Creo que nuestro reto no es un asunto de izquierda o de derecha, ni de ideología o doctrinas, dijo Calderón, sino una disyuntiva entre pasado y futuro con valores en la que todos creen como la democracia, la justicia y la libertad.
Por otro lado, Calderón tuvo un recuerdo para Haití, a cuyo presidente, René Preval, recordó que la causa haitiana es la causa de todos los países de la región y aseguró que no está solo. Somos una familia y como tal estamos juntos en los buenos y malos tiempos, dijo en referencia al desastre causado en Haití por el terremoto del pasado 12 de enero.
El presidente saliente de Uruguay, Tabaré Vázquez, aseveró que en el proceso de unidad abierto no hay atajos ni milagros. La integración no es una tertulia entre buenos vecinos, pero tampoco puede ser un archipiélago de siglas o una sucesión de cumbres a modo de torneo de alpinismo diplomático, añadió.
El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, considero que la propuesta para crear un nuevo órgano de integración que unifique la región aún no está madura y se requiere desentrañar el entramado institucional para dar vida a dicha institución. En declaraciones a Efe, Fernández señaló que los 32 países reunidos en la Cumbre consideran que la creación de nuevo organismo de integración, principal objetivo de la reunión, aún no está maduro.
Por su parte, la presidenta argentina, Cristina Kirchner, habló a puerta cerrada centró su intervención en reivindicar la soberanía de su país sobre las Islas Malvinas tras el conflicto surgido con el Reino Unido por la explotación del petróleo en el archipiélago.
Entre los asistentes a la ceremonia de inauguración se encontraban los titulares del Banco Interamericano de Desarrollo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la Organización de Estados Americanos (OEA), y el magnate mexicano Carlos Slim. A última hora suspendió su asistencia el mandatario salvadoreño, Mauricio Funes, por una intoxicación y se confirmó la asistencia del cubano Raúl Castro. (Infolatam)