Los miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) que actualmente se encuentran en las Islas Falklands/Malvinas afirmaron que están bastante convencidos de los deseos de las familias argentinas, en cuanto a una posible futura identificación de los restos de combatientes argentinos sepultados en el Memorial en Darwin.
La delegación reveló que la ICRC se tomó sus buenos dos años para chequear el consentimiento de las familias argentinas a la iniciativa, a la vez que asegurarse que no había una motivación política del gobierno.
La delegación de cuatro miembros está auscultando los aspectos prácticos en cuanto a una misión de esta naturaleza, a la vez que hacer las recomendaciones del caso a los gobiernos del Reino Unido, Argentina y de las Falklands, y según comentaron al Penguin News, este ha sido uno de los puntos en que más han insistido.
El jefe de la delegación Laurent Corbaz dijo que se han visto involucrados también en identificar a todas aquellas familias preocupadas por el tema del cementerio de Darwin, y que además ellos habían estado inmersos en identificar a todos aquellos vinculados a las Islas, y sí, efectivamente hemos estado cruzando la lista, con acceso a todos y cada uno de los casos individuales.
Edmond Corthésy (quien estaba al frente de la representación de ICRC en Buenos Aires durante el conflicto del Atlántico sur en 1982) reveló que cuando se recibió el pedido del gobierno argentino para la identificación de los restos, no salimos corriendo a Londres a entregarle la solicitud. Nos tomamos más de dos años para chequear los deseos de las familias invocadas; para efectivamente asegurarnos del consentimiento de las familias. Establecimos formas de trabajo, y establecimos una metodología para contactar todas las familias y asegurarnos que esos eran los deseos de las familias, y que no se trataba de un deseo político del gobierno.
El grupo de la ICRC dejó en claro que más allá de tomar y llevar muestras del suelo del cementerio en Darwin, no habrá más excavaciones y que el propósito de la misión era como si se tratara de un estudio.
Corbaz dijo que tenían un acuerdo de los tres gobiernos involucrados, Reino Unido, Argentina y Falklands, de evaluar la factibilidad de identificar a los restos de esas personas en Darwin: 123 de ellos.
Esta semana tenemos que examinar los pasos prácticos que tendríamos que tomar de forma de estar en posición de realizarlo. Logísticamente será complicado. Si logramos hacer esto, significa que estaremos en posición de hacer recomendaciones...., agregó.
El informe será compartido con los gobiernos y discutido en setiembre.
Enfatizó, de ahí en más con total franqueza, no puedo decirles cuál será el próximo paso porqué no sé....
Cuando se le sugirió que los Isleños podrían desear que los especialistas a participar en el futuro fueran de países neutrales, Corbaz dijo que no se había discutido el número de personas que serían necesarios para implementar la operación.
Pero, agregó, les puedo asegurar que vamos a ser extremadamente cuidadosos con la elección de las personas que hemos de traer a las Islas.
Se necesitará cierto número de especialistas para excavar, y esta es por cierto una de las conclusiones del informe que vamos a redactar al final de nuestra visita. El informe será discutido entre Argentina y el Reino Unido bajos los auspicios de la Cruz Roja en algún momento. No descarto que uno o dos de los especialistas, pero ciertamente no todos, podrían ser de Argentina. Pero en esta etapa, eso es puramente hipotético.
La delegación también dijo ser muy consciente de la percepción negativa de muchos Isleños respecto a la ICRC como resultado de la guerra de 1982.
Reconocemos el hecho de que llegamos muy tarde a la guerra, dijo Corbaz.
Edmond Corthésy se expandió al respecto: ”fuimos impedidos en nuestros esfuerzos por venir a las Islas (en 1982). Finalmente llegaríamos el 10 de junio gracias al ejército británico.
Agregó que en aquel entonces envió dos de sus colegas a Montevideo, Uruguay, y vinieron a las Islas en un barco hospital británico, y el barco se dirigió a lo que nosotros definimos como el Cajón de la Cruz Roja. Se trata de una zona neutral en alta mar donde todos los barcos hospital se juntan e intercambian heridos. Gran Bretaña tenía cuatro barcos hospital y Argentina dos.
Mis colegas estaban a bordo del Uganda y fueron transferidos al Bahía Paraíso. Hubo algunas visitas de oficiales británicos a las naves argentinas y también a la recíproca. Mis colegas fueron al Bahía Paraíso y llegaron aquí a Stanley (capital de las Falklands), Permanecieron dos días y tuvieron la oportunidad de reunirse con varios cientos de personas y escuchar los problemas que afrontaban. También conversaron sobre la mejor forma de protegerse que se podría organizar, ya que la guerra estaba en las puertas de Stanley. Decidimos, y los dos bandos aceptaron, de hacer una zona neutral en la iglesia. Es decir todos los civiles se juntarían en la iglesia de forma de poder protegerse. Hicimos flamear una bandera de la Cruz Roja y otros arreglos, pero a esa altura ya era el 14 de junio, y afortunadamente fue el último día de combates del conflicto.
A continuación se le preguntó a Corthesy sobre afirmaciones de que había misiles en un barco de la Cruz Roja. Respondió que no habían barcos de la Cruz Roja como tal, sino barcos hospitales.
Como expliqué anteriormente, la Convención de Ginebra permite la inspección de los barcos hospital por parte del otro bando beligerante. Esto fue lo que sucedió en el Cajón de la Cruz Roja. Oficiales británicos estuvieron a bordo del Bahía Paraíso y oficiales argentinos hicieron lo similar en el Uganda, y los otros barcos, para chequear si efectivamente la disposición de la Segunda Convención de Ginebra estaba siendo respetada, explicó Corthesy.
Agregó que también había escuchado alegaciones sobre que nuestros colegas vinieron desde Argentina en un barco argentino. Eso no es correcto, vinieron desde Montevideo en el buque hospital británico Uganda”.
El delegado Corthesy también reveló que la Cruz Roja visitó a un prisionero de guerra británico, un piloto de un Harrier que había sido derribado durante los combates y trasladado a Argentina, de la misma forma que se realizaron visitas a prisioneros argentinos.
Finalmente debe dejarse constancia que la delegación de la ICRC también mantuvo conversaciones con Isleños que viven en Goose Green, lugar de un feroz combate en tierra durante el conflicto de 1982, y próximo a Darwin donde se encuentra el cementerio argentino. Asimismo el jueves por la noche mantenían una reunión de similar carácter con los residentes de Stanley. (Penguin News)