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Semana clave para avanzar en el deshielo diplomático entre La Habana y EE.UU.

Martes, 20 de enero de 2015 - 19:36 UTC
Las conversaciones esta semana serán entre dos mujeres: Roberta Jacobson,  secretaria adjunta para Latinoamérica, y la cubana Josefina Vidal (I) Las conversaciones esta semana serán entre dos mujeres: Roberta Jacobson, secretaria adjunta para Latinoamérica, y la cubana Josefina Vidal (I)
Tras el histórico anuncio del 17 de diciembre de Obama y Raúl Castro, los cubanos han asistido con sorpresa a la rapidez con que avanza el proceso Tras el histórico anuncio del 17 de diciembre de Obama y Raúl Castro, los cubanos han asistido con sorpresa a la rapidez con que avanza el proceso

Cuba y Estados Unidos vivirán esta semana un hito crucial en su histórico proceso de deshielo diplomático con la primera reunión, que tendrá lugar en La Habana, entre funcionarios de ambas administraciones para trazar la hoja de ruta de la nueva etapa en sus relaciones.

 El jueves 22 de enero es la fecha fijada para el diálogo que definirá “los principios y pasos” para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en ambos países, después de una enemistad que se remonta a 1961.

Serán dos mujeres las que liderarán las respectivas delegaciones que se sentarán en esa mesa de conversaciones: la estadounidense Roberta Jacobson, secretaria adjunta para Latinoamérica, y la cubana Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex).

Antes de ese encuentro, el miércoles 21, se celebrará además una nueva ronda del diálogo migratorio que La Habana y Washington comenzaron a celebrar hace algunos años como parte de los acuerdos alcanzados en 1994 y 1995 para mantener una inmigración “segura, legal y ordenada”.

Para algunos expertos y observadores, la agenda de negociación entre Cuba y EEUU “es inmensa” y lo más probable es que en la reunión del jueves se definan “prioridades” en asuntos “en los que es más fácil” ponerse de acuerdo como la apertura de embajadas, según dijo el ex-diplomático cubano, Carlos Alzugaray.

Tras el histórico anuncio del 17 de diciembre, los cubanos han asistido con cierta sorpresa a la rapidez con que avanza el proceso de deshielo, en un país poco acostumbrado a los cambios veloces.

Y es que las conversaciones de la próxima semana ya llegan precedidas de hitos como la entrada en vigor el pasado viernes de las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno de Barack Obama para relajar el embargo económico y comercial sobre la isla.

“Cuba tiene que ser proactiva en lugar de reactiva, no solo hacia los actores de los Estados Unidos sino también abrir espacios a la pluralidad patriótica dentro de su sociedad civil”, opina el cubanoamericano Arturo López-Levy, profesor adjunto en el Centro de Estudios Globales de la Universidad de Nueva York.

Según este académico, el giro diplomático anunciado el 17 de diciembre marca un “punto de no retorno” y, aunque las relaciones bilaterales “están todavía lejos de ser óptimas, nunca han tenido un marco más prometedor desde que el presidente Jimmy Carter salió de la Casa Blanca en 1981″.

Para Cuba, la nueva etapa con Estados Unidos abre un escenario de renovadas expectativas, sobre todo en lo económico para un país que trata de actualizar su sistema con unas reformas que todavía no acaban de dar los resultados esperados y que recibirán una sustancial inyección con el relajamiento de las sanciones estadounidenses.

Y otro de los desafíos para la isla de los hermanos Castro será cambiar la mentalidad y la retórica de la confrontación que ha alimentado durante décadas buena parte del discurso político de la revolución castrista.

La ronda de conversaciones entre Cuba y Estados Unidos que comenzará el 21 de enero ha estado precedida este fin de semana por la visita de un grupo de congresistas demócratas a La Habana encabezada por el senador Patrick Leahy.