El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva será juzgado por cargos de corrupción, determinó el martes un magistrado, sumando más turbulencia al caótico escenario político local
La fiscalía Brasil acusó el miércoles al ex presidente Lula da Silva de ser el “comandante máximo” de la red de corrupción en Petrobras, una denuncia que cayó como una bomba en un país sacudido por las reiteradas convulsiones políticas.
El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó que “no hay la menor posibilidad” de que su gobierno procure paralizar las investigaciones de casos de corrupción que realiza la justicia. “Jamás el Ejecutivo va a interferir en ese asunto”, aseguró Temer en una entrevista publicada por el diario O Globo este domingo.
Un nuevo personaje entró esta semana en el marco de la causa de corrupción de Petrobras en Brasil. Se trata de Marisa Leticia, la mujer del ex presidente Lula da Silva, quien fue intimada por la policía a declarar en la causa por la que el ex jefe de Estado es investigado por la justicia.
Un documento elaborado por la Fiscalía y divulgado el portal del diario O Estado de Sao Paulo afirma que el ex presidente brasileño Lula da Silva participó activamente de la extendida corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
El objetivo de toda esta campaña es evitar que sea candidato en las elecciones presidenciales de 2018, afirmó el ex mandatario Lula da Silva, luego que un juez lo acusara formalmente de corrupción. Lula fue procesado el viernes pasado acusado de obstrucción a la Justicia al intentar impedir la confesión de un ex-ejecutivo de Petrobras en el denominado escándalo del “Petrolao”.
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, perdió este jueves su tercer ministro acusado de corrupción en la estatal Petrobras, en un nuevo revés para su cuestionado gobierno a sólo un mes de haber asumido
El futuro de Lula da Silva, acusado de corrupción, está desde este martes en manos del juez federal Sergio Moro, responsable de la investigación en Petrobras y ahora a cargo del caso que implica al ex mandatario brasileño.
El ex presidente Lula da Silva no parece dispuesto a tirar la toalla en medio de la tormenta que azota al país y que sacude al Partido de los Trabajadores (PT), pero admitió que “es pronto” para pensar en las elecciones de 2018 y pidió el rápido retorno de Dilma Rousseff a la presidencia.
La fiscalía brasileña pidió detener a los jefes del Senado y de la cámara de Diputados, a un ex presidente y a un ex ministro, todos ligados al presidente Michel Temer. Se trata de una nueva escalada del caso Petrobras que asedia al gobierno interino a menos de un mes de su asunción.