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Baja asistencia y tensiones diplomáticas en Cumbre UE-Celac

Lunes, 10 de noviembre de 2025 - 08:06 UTC
A la reunión asistieron solo nueve jefes de Estado o de Gobierno, con numerosas ausencias notables y canCelaciones de última hora A la reunión asistieron solo nueve jefes de Estado o de Gobierno, con numerosas ausencias notables y canCelaciones de última hora

La cuarta cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) dio inicio este domingo en la ciudad colombiana de Santa Marta, en medio de importantes fricciones diplomáticas y una notable falta de participación de alto nivel por parte de ambos bloques.

A la cumbre asistieron tan solo nueve jefes de Estado o de Gobierno, con numerosas ausencias notables y cancelaciones de último momento, incluida la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Los representantes llegaron para debatir una amplia agenda que incluía comercio, transición energética y cooperación en la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, las deliberaciones se vieron inmediatamente complicadas por la controversia en torno a las acciones militares estadounidenses en el Caribe y el Pacífico.

“Compartimos los mismos valores, creemos en el Estado de derecho y la democracia”, afirmó la vicepresidenta de la Comisión Europea, Kaja Kallas, quien representó a la UE en el evento. “La fuerza solo puede usarse por dos razones: en legítima defensa o en virtud de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU”, añadió, en referencia a los ataques estadounidenses contra presuntos narcotraficantes en la región.

El mandatario colombiano, Gustavo Petro, había denunciado previamente lo que describió como presión estadounidense para impedir la asistencia al evento. También instó a Europa y América Latina a actuar como un “faro unido” capaz de resistir y corregir “cualquier barbarie”.

En una carta dirigida a los jefes de Estado de la Celac y en declaraciones del canciller Yván Gil, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, hizo un llamado urgente a la cumbre para que adoptara una postura firme contra el creciente despliegue militar en la región del Caribe.

Maduro evocó el legado del Libertador Simón Bolívar, cuya proclamación final se emitió en Santa Marta, argumentando que la unidad regional es la “condición de nuestra libertad”. Entre las principales demandas de Venezuela figuraban la proclamación de la “defensa incondicional de nuestra América como Zona de Paz” y el rechazo categórico a la militarización del Caribe, además de exigir el cese inmediato de los ataques militares, que comparó con intentos históricos de subyugación, y solicitar una investigación independiente sobre las muertes de civiles denunciadas, calificadas por expertos de la ONU como “ejecuciones”.

Caracas también exigió el levantamiento inmediato de todas las medidas coercitivas unilaterales e ilegales, incluidas las impuestas por la UE, y reiteró su condena al “bloqueo inhumano” contra Cuba. Maduro subrayó que América Latina y el Caribe son pueblos libres que exigen “consistencia y respeto” y que “no aceptarán las sanciones como método de castigo político”.

La cumbre busca forjar estrategias comunes para abordar desafíos globales como el cambio climático, la seguridad alimentaria y la transformación digital, pero se prevé que la baja participación y las evidentes tensiones diplomáticas en torno a la soberanía y la influencia militar externa dominen las deliberaciones a puerta cerrada.