El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, telefoneó este viernes a la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para felicitarla por el envío del Tratado de Libre Comercio entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) al Parlamento Europeo para su votación.
Lula, quien preside el Mercosur este semestre, también abordó las relaciones entre su país y el bloque europeo durante la conferencia de 20 minutos.
El jefe de Estado sudamericano espera firmar el acuerdo a finales de año durante la Cumbre de Líderes en Brasil. Para él, la revisión del texto por parte de los europeos es otro paso importante hacia su firma.
Ambos [Lula y von der Leyen] coincidieron en que, dada la actual incertidumbre y disrupción del comercio internacional, la alianza entre ambos bloques regionales es aún más estratégica, se lee en un comunicado desde el Palacio de Planalto. El futuro acuerdo creará un mercado de más de 700 millones de personas y representará el 26% del PIB mundial, según el documento.
El presidente Lula y la presidenta Von der Leyen reiteraron su compromiso con el multilateralismo y un orden internacional más justo y pacífico, añadió.
La Unión Europea y el bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay finalizaron las negociaciones del acuerdo en diciembre pasado, unos 25 años después de su inicio. Ahora se someterá a la aprobación de la Unión Europea, lo que requiere una votación en el Parlamento Europeo y una mayoría cualificada de los gobiernos de la UE, es decir, 15 de los 27 miembros que representan al 65% de la población del bloque. No hay garantía de aprobación en ninguno de los dos casos.
El acuerdo se presentó el miércoles pasado y enfrenta a Francia, principal detractor, con Alemania y otros países que buscan nuevos mercados para compensar la nueva política estadounidense de aumento de aranceles a las importaciones de sus socios comerciales.
Francia, el mayor productor de carne de vacuno de la UE, ha calificado el tratado de inaceptable, alegando que no tiene en cuenta los requisitos ambientales en la producción agrícola e industrial, lo cual Lula ha calificado de proteccionista.
Los agricultores europeos han protestado reiteradamente, alegando que el acuerdo daría lugar a importaciones baratas de productos sudamericanos, principalmente carne de vacuno, que no cumplen con las normas ecológicas y de seguridad alimentaria de la UE. La Comisión Europea ha negado este hecho.
En su conversación con von der Leyen, Lula argumentó que cualquier normativa de salvaguardia adoptada internamente por la Unión Europea debería ajustarse plenamente al espíritu y los términos del acuerdo.
La Comisión y sus promotores, como Alemania y España, afirman que el convenio ofrece una vía para compensar las pérdidas comerciales debidas a los aranceles impuestos por Donald Trump y reducir la dependencia de China, en particular en el caso de los minerales esenciales.
Quienes apoyan el acuerdo en la Unión Europea consideran al Mercosur un mercado en crecimiento para los automóviles, la maquinaria y los productos químicos europeos, y una fuente fiable de minerales esenciales para su transición ecológica, como el litio metálico para baterías, del que Europa depende actualmente de China. También destacan los beneficios agrícolas, ya que el acuerdo ofrecería mayor acceso y aranceles más bajos para el queso, el jamón y el vino de la UE. (Fuente: Agencia Brasil)