El Ayuntamiento de Río de Janeiro anunció este viernes que a partir del 1 de septiembre, se requerirá un pasaporte de vacunación COVID-19 para permitir el ingreso a cines, teatros, museos, estadios, parques de diversiones, gimnasios y acceder a servicios de salud.
El alcalde de Río, Eduardo Paes, explicó que los planes de flexibilidad de la ciudad se pospusieron debido a la variante Delta. Agregó que la nueva medida era una preparación para cuando la pandemia permita una reapertura.
Paes también explicó que por el momento se aceptarán documentos que acrediten que el portador ha tomado la primera dosis.
Si todos están vacunados, saldremos más rápido. No podremos inspeccionar todos los lugares, por eso pedimos a los dueños de los espacios que inspeccionen para que todo vuelva rápidamente a la normalidad, señaló el alcalde. No es posible que las personas que no se vacunan quieran tener una vida normal, no la tendrán, advirtió Paes.
El comprobante de vacunación será obligatorio en gimnasios, piscinas, clubes sociales, estadios, cines, teatros, salas de conciertos, rondas de samba, circos y espacios de recreación infantil, así como museos, galerías, exposiciones, parques de diversiones, congresos, convenciones, comercio y espectáculos, detalló el Ayuntamiento.
Los Decretos Municipales 49331 y 49,334 publicados este viernes indican que el pasaporte debe consignar la aplicación de la primera o segunda dosis de vacunas contra el COVID-19 y que este documento se requerirá también a personas que se sometan a cirugías.
El gobierno federal de Brasil considera que la vacunación no es obligatoria en un país que es el segundo en muertes detrás de Estados Unidos y el tercero en casos después de Estados Unidos e India.
Río de Janeiro ya inició la vacunación de pacientes de entre 12 y 17 años en una ciudad donde uno de cada dos pacientes recién infectados estaba contaminado con la cepa Delta.
Se informó que las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) estaban llenas al 90% el viernes en la antigua capital del país.