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Trump condena masacre en Nueva Zelandia pero minimiza la amenaza de racistas blancos

Sábado, 16 de marzo de 2019 - 10:57 UTC
Trump, manifestó el viernes sus condolencias por las víctimas que murieron en “lugares de culto convertidos en escenas de asesinatos perversos” Trump, manifestó el viernes sus condolencias por las víctimas que murieron en “lugares de culto convertidos en escenas de asesinatos perversos”

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, minimizó cualquier posible amenaza por parte de racistas blancos después de que un hombre armado, acusado de la masacre contra dos mezquitas en Nueva Zelanda, calificara al mandatario estadounidense de ser “un símbolo de la identidad blanca renovada”.

Trump, cuyas propias respuestas previas al movimiento racista blanco han atraído la atención pública, manifestó el viernes sus condolencias por las víctimas que murieron en “lugares de culto convertidos en escenas de asesinatos perversos”.

Sin embargo, se negó a unirse a las expresiones de creciente preocupación por el nacionalismo blanco, pues cuando se le preguntó si creía que era una amenaza creciente en todo el mundo, respondió: “En realidad no”. “Creo que es un pequeño grupo de personas que tienen problemas muy, muy graves, supongo,” dijo el mandatario. “Si se observa lo que pasó en Nueva Zelanda, tal vez sea así. Aún no sé lo suficiente sobre eso, pero ciertamente es algo terrible”.

El hombre acusado de los tiroteos dejó un largo documento que describía sus motivaciones. Declaró con orgullo que era un nacionalista blanco australiano de 28 años que odia a los inmigrantes y que fue provocado por los ataques perpetrados por musulmanes en Europa.

Trump, quien como candidato propuso prohibir la entrada de todos los musulmanes a Estados Unidos, ha sido criticado por su lentitud a la hora de condenar a los supremacistas blancos y a la violencia relacionada con ellos. Después de un enfrentamiento en 2017 entre nacionalistas blancos y manifestantes antirracistas en Charlottesville, Virginia, que dejó un manifestante muerto, Trump dijo que había “gente muy buena en ambos lados” de la confrontación. Tampoco rechazó inmediatamente el apoyo que le dio durante su campaña presidencial David Duke, un exlíder importante del KKK.