El candidato de extrema derecha a la presidencia de Brasil Jair Bolsonaro derrotaría a su rival de izquierda Fernando Haddad en una esperada segunda vuelta de las elecciones de este mes, mostró el martes un sondeo de Datafolha. En la simulación de un balotaje, la encuesta arrojó que Bolsonaro obtendría un 44% de respaldo, superando al 42% de Haddad, pero dentro del margen de error de la consulta.
Simpatizantes del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, líder en intención de voto para las elecciones presidenciales del 7 de octubre en Brasil, le expresaron el domingo su apoyo en diversas ciudades, un día después de que miles de mujeres salieran a las calles al grito de “Él no”.
El candidato de extrema derecha a la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro, mantiene una ventaja sólida pero Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores, se consolida en segundo lugar, de acuerdo a un sondeo publicado el lunes, lo que sugiere una gran polarización en las elecciones de octubre. Bolsonaro, quien aún está hospitalizado tras haber sido apuñalado durante un acto de campaña hace 10 días, cuenta con un respaldo de 28,2% para la primera ronda de las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
El candidato a la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro, fue sometido el miércoles a última hora a una operación no programada tras ser identificada una obstrucción del intestino después de ser apuñalado la pasada semana durante un mitin, informaron fuentes médicas.
Los candidatos al sillón presidencial de Brasil manifestaron su repudio al ataque con cuchillo del que fue víctima este jueves el ultraderechista Jair Bolsonaro en la ciudad de Juiz Fora, en el estado de Minas Gerais.
El ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción, continúa como favorito para las elecciones presidenciales de octubre próximo, según una encuesta. De acuerdo con el sondeo de la firma Datafolha, publicada por el periódico Folha de Sao Paulo, Lula (2003-2010) tiene el 30% de la intención de voto de los brasileños, a pesar de cumplir una pena de 12 años por corrupción y lavado de dinero que lo inhabilita electoralmente por haber sido condenado por un tribunal colegiado en segunda instancia.