Tras acaparar toda la atención en su estreno hace un año en Naciones Unidas, Donald Trump regresa con una agenda marcada a priori por las tensiones con Irán y las negociaciones con Corea del Norte. Además de hablar ante la Asamblea General, el Presidente estadounidense encabezará una cumbre sobre lucha contra las drogas y una sesión del Consejo de Seguridad sobre proliferación de armas de destrucción masiva, que se espera que utilice para arremeter contra Teherán.
La Corte Suprema de Estados Unidos validó el martes el decreto del presidente Donald Trump que pone obstáculos al ingreso de ciudadanos de seis países y funcionarios específicos de Venezuela, en una clara victoria de la Casa Blanca.
El líder norcoreano Kim Jong-un aterrizó el lunes en Beijing para reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, a quien informará durante este martes y miércoles sobre los resultados de su histórica reunión con el líder estadounidense, Donald Trump.
El dirigente norcoreano Kim Jong-un “entiende” que el proceso de desnuclearización de Corea del Norte debe ser “rápido”, según declaró este jueves en Seúl el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, reiterando que las sanciones contra Pyongyang sólo serán levantadas cuando este proceso sea concluido.
Irán aconsejó al líder norcoreano, Kim Jong Un, que no confíe en el presidente estadounidense, Donald Trump, señalando que podría cancelar el acuerdo de desnuclearización en cuestión de horas. Teherán citó su propia experiencia al dar ese consejo a Kim, un mes después de que Washington se retirara de un acuerdo similar con Irán.
En lugar de hacer pruebas con misiles “podrías tener los mejores hoteles del mundo”, le dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al líder norcoreano, Kim Jong-un, según reveló el propio mandatario estadounidense a los periodistas.
Corea del Norte afirmó esta noche que seguía estando dispuesta a dialogar con Washington en cualquier momento, pese a que Donald Trump hubiera anulado la cumbre prevista en junio en Singapur con el líder norcoreano Kim Jong Un, en un movimiento que volvió a sumir a la península coreana en la incertidumbre.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, afirmó que su homólogo estadounidense, Donald Trump, debería ganar el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para frenar el armamentismo nuclear del régimen totalitario de Corea del Norte.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, prometió cerrar las instalaciones de ensayos nucleares de su país en mayo e invitar a expertos surcoreanos y estadounidenses a asistir a ese desmantelamiento, anunció el domingo la presidencia surcoreana. El hecho revelado por el gobierno de Seúl es el último ejemplo del giro diplomático que ha vivido la península coreana en los últimos meses y que dio lugar a una histórica cumbre intercoreana el viernes pasado.
Los medios norcoreanos calificaron como un “nuevo hito” el resultado de la histórica cumbre de las 2 Coreas y mencionaron el compromiso incluido en la declaración conjunta de alcanzar la completa desnuclearización. “Corea del Norte y Corea del Sur afirmaron el objetivo común de conseguir una península de Corea no nuclear a través de su completa desnuclearización”, señaló la agencia estatal norcoreana KCNA, en los que supone la primera alusión de los medios del Norte al resultado de la cumbre.