El Congreso de Brasil inició este viernes el trámite de analizar los balances fiscales de 2014 del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, cuya reprobación ha sido recomendada por el Tribunal de Cuentas, informaron fuentes oficiales. Se trata del primer paso de un largo y sarmentoso proceso que puede llegar al juicio político, con riesgo de destitución, de la presidenta Rousseff.
Las polémicas declaraciones de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, reproducidas en la prensa de ese país han causado molestia en el gobierno paraguayo, que exigió al embajador de Brasil que su gobierno haga una aclaración.
Ministros del gabinete de la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, afirmaron que la mandataria teme ser destituida de su cargo a través de un “golpe a la paraguaya” en referencia al juicio político de 2012 que removió a Fernando Lugo.
Las principales autoridades económicas brasileñas intentaron convencer a los organismos multilaterales e inversores de que la mayor economía de América Latina superará una profunda crisis política que amenaza con sacar del poder a la asediada presidenta Dilma Rousseff.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recomendó “imparcialidad” a los magistrados luego que el Tribunal Superior Electoral hizo lugar a una demanda de la oposición que la acusa de haber financiado de forma irregular su campaña proselitista.
El gobierno brasileño lanzó una ofensiva contra el Tribunal de Cuentas de la Unión ante la inminencia de que ese organismo fiscalizador presente una denuncia por supuestas maniobras administrativas contra Dilma Rousseff.
Las centrales sindicales y movimientos sociales y estudiantiles vinculados a la izquierda brasileña realizaron actos en varias ciudades para rechazar iniciativas tendientes a remover a la presidenta Dilma Rousseff y también para criticar la política económica de su gobierno.
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, líder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), recordó como “un momento extraordinario” la simultaneidad en la región de su gobierno en Brasil, el de Néstor Kirchner en Argentina y el de Hugo Chávez, en Venezuela. “Éramos Messi, Pelé y Maradona en el mismo equipo”, indicó.
En un pronunciamiento de veinte minutos, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció este viernes una reforma ministerial y administrativa prometida hacer cerca de dos meses, con cambios en el primer escalón, reducción de los salarios de los ministros y en los gastos de costeo de la administración pública.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, comenzó a mover fichas en el gobierno de cara a la reforma ministerial prevista a ser anunciada en los próximos días y anticipó este jueves la salida del titular de Educación, Renato Janine Ribeiro.