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Discusiones van muy bien, pero son complejas, admite Trump sobre negociaciones con China

Miércoles, 20 de febrero de 2019 - 10:58 UTC
En Washington, los números dos de cada país encabezarán las negociaciones hasta el jueves, mientras que el viernes serán a nivel de ministros En Washington, los números dos de cada país encabezarán las negociaciones hasta el jueves, mientras que el viernes serán a nivel de ministros
EE.UU. dio plazo a China hasta el 1 de marzo para alcanzar un acuerdo comercial. Si no amenaza con aumentar del 10% al 25% aranceles a importaciones chinas EE.UU. dio plazo a China hasta el 1 de marzo para alcanzar un acuerdo comercial. Si no amenaza con aumentar del 10% al 25% aranceles a importaciones chinas

El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que las negociaciones comerciales con China, que se reanudaron este martes en Washington, evolucionan de manera positiva. “Creo que las discusiones van muy bien”, manifestó Trump desde la Casa Blanca, aunque advirtió que las negociaciones son “muy complejas”.

La ronda anterior del diálogo terminó el viernes en Beijing sin un acuerdo y el mandatario estadounidense sostuvo que podría extender la tregua existente más allá del primero de marzo, si considera que están cerca de alcanzar un acuerdo. Después de Beijing, ambas partes hablaron de avances, pero reconocieron que “los problemas muy difíciles siguen sin resolverse”.

En Washington, los número dos de cada país encabezarán las negociaciones hasta el jueves, mientras que el viernes serán a nivel de ministros. Un asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, dijo que el hecho que las conversaciones “todavía estén teniendo lugar es una señal positiva”, pero que, sin embargo, “aún hay mucho progreso por hacer”, agregó a la CNBC.

Estados Unidos había dado plazo a China hasta el 1 de marzo para alcanzar un acuerdo comercial. En caso contrario amenaza con aumentar del 10% al 25% los aranceles a importaciones chinas por valor de US$200.000 millones anuales.

Las autoridades estadounidenses acusan a Beijing de buscar el liderazgo industrial global a través de una serie de prácticas comerciales desleales, incluyendo el presunto robo de propiedad intelectual estadounidense y la intervención estatal en los mercados de materias primas.