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Falklands ante un desafío espinoso: el calafate invasivo condiciona valor de la lana

Jueves, 1 de diciembre de 2016 - 11:22 UTC
“La forma en que el calafate avanza, ofrece nuestra última oportunidad para tener algún impacto, y por cierto demandará más recursos”, explicó Ted Jones “La forma en que el calafate avanza, ofrece nuestra última oportunidad para tener algún impacto, y por cierto demandará más recursos”, explicó Ted Jones
 Nick Rendell, responsable de Medio Ambiente anunció que había fondos para marcar los campos atacados al igual que en otras áreas de las Islas Nick Rendell, responsable de Medio Ambiente anunció que había fondos para marcar los campos atacados al igual que en otras áreas de las Islas

Una especie invasiva en las Islas Falkland se ha convertido en un desafío espinoso para los productores ovinos ya que las zarzas del calafate se prenden a la lana haciendo su manejo complicado cuando no doloroso, a la vez que reducen el valor de la fibra por el alto contenido de materia vegetal.

 Según explica el Penguin News unas semillas de calafate fueron introducidas a las Islas por un señor Coutts hace ocho décadas, las cuales plantó y crió con mucho cuidado, pero la naturaleza pudo más.

En efecto, la especie invasiva se ha expandido y ya es un dolor de cabeza para muchos productores ovinos, y el uso intensivo de herbicidas tampoco es la solución: las plantas toman tiempo en fenecer y más en descomponerse por el clima, y por tanto las rosetas yacen esperando enredarse en los vellones, particularmente en el cuello y barriga de ovejas, para desagradable sorpresa de esquiladores y cuidadores.

Es más, en algunos campos se limita el pastoreo a unos meses mientras la lana de la oveja sea rala. Y aunque se insista en su eliminación ya sea con herbicidas o planta por planta, los pájaros que se alimentan con los frutitos (y semillas) se encargan de dispersar la especie invasiva.

Y eso es muy claro en los cabezales de los alambrados y porteras, donde posan las aves.
Por otra parte una vez eliminadas las plantas con herbicidas se presenta otro desafío, deshacerse de ellas quemándolas.

El asesor agrícola del gobierno de las Falklands, Ian Campbell insiste en la necesidad de estar vigilantes pues “en unos 20 años podríamos tener un problema a gran escala”

Campbell también cuestionó la viabilidad del uso masivo de herbicidas, en relación al valor de la cría ovina. Se informó que limpiar un área similar a una cancha de tenis demandó 15 voluntarios durante seis horas utilizando un gel herbicida, y aunque las plantitas parecían muertas, en verdad también tenían algunos brotes verdes escondidos a flor de tierra.

Los productores más afectados están demandando más asistencia e ideas de parte del gobierno de las Falklands, pues no alcanza con alambrar potreros.

“La forma en que el calafate está creciendo, ofrece nuestra última oportunidad para tener algún impacto, y por cierto demandará más recursos con los que contamos”, explicó Ted Jones un productor rural.

Por su parte Nick Rendell, responsable de Medio Ambiente anunció que había fondos para marcar los campos atacados al igual que en otras áreas como Fitzroy, Port Stephens, Darwin, Bluff Cove y Cerritos y Goose Green.

El alcance y velocidad de la “plaga” que jaquea al rebaño de las Falklands ha motivado que la Asamblea Legislativa de las Islas haya programado sesiones para intentar abordar el tema y elaborar algún otro plan alternativo.

Pero, “si identifican una planta de calafate, arránquenla de raíz, destrúyanla o márquenla e informen al Departamento de Medio Ambiente”, recomendó la legisladora MLA Phyl Rendell, es una verdadera amenaza para la producción lanera.

La lana de las Falklands obtiene un sobreprecio pues es catalogada como orgánica, además de libre de toda materia vegetal, como suele suceder en los países laneros del Cono Sur. (Penguin News).