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Malvinas: ¿Cómo se vive en las Falklands? después de la guerra

Lunes, 2 de mayo de 2016 - 19:54 UTC
Las Jubilee Villas, sobre la rambla de Stanley, uno de los tantos atractivos de las Islas Las Jubilee Villas, sobre la rambla de Stanley, uno de los tantos atractivos de las Islas
Del total de la población, el 75% habita en Puerto Stanley, un sitio pintoresco con casas de madera coloridas muy al estilo inglés. Del total de la población, el 75% habita en Puerto Stanley, un sitio pintoresco con casas de madera coloridas muy al estilo inglés.

Sus casi nulos niveles de inseguridad se atribuyen a su pequeña población de apenas 3,000 habitantes, pero también a las oportunidades educativas y de vivienda que tienen sus pobladores. Por Julissa Mercado - El Heraldo, Tegucigalpa, Honduras

 ¿Cómo es vivir en las Islas Falklnds/Malvinas 34 años después de la guerra? Una palabra puede responder a esta pregunta: paz.

Y es que para toda persona que esté cansada del acelerado ritmo de vida de los países modernos, llegar a las Falklands/Malvinas puede generar una verdadera sensación de tranquilidad.

EL HERALDO fue partícipe de una aventura auspiciada por el gobierno local, y en la que también estuvieron presentes importantes medios de Belice, El Salvador, Costa Rica y Panamá.

Esta oportunidad inició para EL HERALDO con un viaje de más de 20 horas, hasta llegar a esta isla ubicada a 560 kilómetros hacia el oriente del fin de Sudamérica.

La zona, que alcanza temperaturas de -5 grados en invierno y de apenas 8 grados en verano, está enriquecida con una diversidad turística que permite hacer diferentes tipos de actividades en este territorio de ultramar protegido por el Reino Unido.

La fama de las Falkland fue cobrada en abril de 1982, tras la invasión de las Islas por fuerzas militares argentinas que condujo a un conflicto bélico de 74 días que culminó con la recuperación de las Falklands por fuerzas del Reino Unido. Argentina reclama soberanía sobre las Malvinas.

Además de este episodio histórico que fortalece el turismo pero que atrae tristes recuerdos a los sobrevivientes, las Falkland albergan en las 778 islas que la conforman, una diversidad de flora y fauna.

Aquí se pueden apreciar desde los tiernos pingüinos, distintas clases de aves, lobos marinos, hasta los imponentes leones marinos de casi dos metros, que son objeto de intensos estudios científicos.

También se convierten en modelos predilectos de fotógrafos profesionales y amateur.

Pero el encanto de este territorio de 12,000 kilómetros cuadrados no solo lo genera su riqueza natural, sino también su consolidada sociedad.

Según Krysteen Ormond, una joven de 27 años licenciada a cargo de relaciones públicas del gobierno, las Falklands no sufren de problemas de inseguridad.

Relata que las escasas 12 celdas ubicadas en Puerto Stanley son remotamente utilizadas por isleños que se pasan de copas, o por pequeños incidentes sociales.

“Tenemos nuestros problemas judiciales, pero son problemas de una sociedad pequeña”, comentó.

Relató que un día después de esta entrevista ofrecida a los medios de comunicación que visitaron las Islas, llevaría a cabo un juicio de una persona con capacidades mentales especiales, que trató de robar un taladro de un vehículo.

Pero los casi nulos niveles de inseguridad y violencia son producto de su poca población, además de las oportunidades que el gobierno local ofrece para sus ciudadanos.

Las Falkland solo posee 3,000 mil habitantes, el 27% de ellos son de ascendencia británica, el 5% de St Helena y el 6% son chilenos.

Del total de la población, el 75% habita en Puerto Stanley, un sitio pintoresco con casas de madera coloridas muy al estilo inglés.

Aquí la población se dedica a actividades como la pesca, la producción de corderos, así como la exportación de lana.

Los estudiantes tienen muchas oportunidades, ya que acuden a la escuela y a la secundaria de forma gratuita.

Pero al llegar a la etapa de estudios universitarios, el gobierno local ofrece a los estudiantes la educación en universidades de Inglaterra.

Así aseguró haber culminado sus estudios como bióloga Emily Hancox, una joven de 25 años, que ahora aplica sus conocimientos en el Departamento de Minerales de la isla.

“El gobierno le ofrece a sus ciudadanos estudio universitario, ellos asumen todos los costos y luego regresamos de Inglaterra para hacer crecer nuestra isla”, comentó. Aseguró que del total de estudiantes que viaja y completa sus estudios, el 70% regresa a las Falkland.

Explicó que estos beneficios también se han otorgado a chilenos que han adquirido la nacionalidad isleña después de cumplir con una serie de requisitos migratorios.

Pero los beneficios del gobierno local también se enfocan en vivienda.

Liz Milston, conoció a su novio Isleño en una universidad de Inglaterra, este amor la llevó a mudarse a las Falkland donde ahora es gerente del Grupo de Conservación.

Esta es una unidad del gobierno local en la que colaboran los Isleños para la siembra de tusak, un tipo de hierba que se siembra alrededor de las Islas para evitar la erosión.

Milston relató que una vez que adquirió su residencia en las Islas, accedió al fondo de vivienda del gobierno local.

Detalló que para la primera casa el gobierno brinda un fondo que equivale al 75% del costo. La persona beneficiada adquiere un financiamiento con el banco del resto, que comienzan a pagar en plazos después de que la vivienda haya sido construida.