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Argentina se reúne con mediador Pollack; Kicillof encabeza delegación

Lunes, 7 de julio de 2014 - 11:11 UTC
Finalmente y luego de muchas dilaciones la delegación argentina está encabezada por el Ministro de Economía, Kicillof Finalmente y luego de muchas dilaciones la delegación argentina está encabezada por el Ministro de Economía, Kicillof

El ministro de Economía, Axel Kicillof, encabezará la delegación de funcionarios de Argentina que este lunes mantendrá en Nueva York, la primera reunión oficial con el abogado Daniel Pollack, el mediador designado por el juez Thomas Griesa para llevar adelante negociaciones con los fondos especulativos, informó el domingo por la noche el Ministerio de Economía.

Además de Kicillof, la comitiva será integrada por el subprocurador del Tesoro de la Nación, Javier Pargament; el secretario de Finanzas del Ministerio de Economía, Pablo López, y al secretario Legal y Administrativo del Ministerio de Economía, Federico Thea.

El ministro de Economía, en una conferencia de prensa brindada el jueves en la sede de la OEA, en Washington, dijo que ‘no va a ser una reunión con la otra parte, va a ser una reunión con el señor Pollack‘, por lo que en el encuentro no estarán presentes los representantes de los fondos especulativos que litigaron contra la Argentina y que obtuvieron el aval de la justicia estadounidense en su reclamo por percibir el 100 por ciento de los títulos.

En esa conferencia de prensa, Kicillof señaló que Pollack ‘comenzó a interiorizarse‘ sobre el tema y que mañana ‘va a conocer de boca de los funcionarios argentinos los elementos para llevar adelante un diálogo con los fondos buitre‘.

La reunión se llevará a cabo luego que el gobierno depositara en los últimos días de junio alrededor de 1.000 millones de dólares para el pago a los bonistas que ingresaron al canje de un compromiso que vencía el último día hábil de ese mes.

De ese total, alrededor de 540 millones de dólares fueron depositados en la cuenta que el Bank of New York, los que fueron bloqueados por el juez Griesa, quien obligó a la entidad a devolver esos fondos a la Argentina sin concretar el pago ni embargarlos.

Esa situación disparó presentaciones judiciales de parte de los bonistas reestructurados ante el banco intermediario y ante la justicia, mientras que Argentina hizo lo propio ante las entidades bancarias intimándolas a cumplir con el compromiso asumido al momento de instrumentar el proceso de reestructuración de deuda.

Argentina se encuentra en una encrucijada sobre el acatamiento de la sentencia de Griesa, favorable al 1 % de los acreedores que denunciaron a Argentina para cobrar íntegramente la deuda pública en mora desde la crisis de 2001, en plena carrera contrarreloj para evitar caer en default con los bonistas reestructurados (el 92,4 %).

La sentencia dificulta que Argentina siga pagando a los acreedores que aceptaron los canjes de deuda planteados por el Gobierno en 2005 y 2010, con importantes quitas, si no cumple antes con el desembolso a los fondos buitre.

Si paga a los litigantes, Argentina se expone a futuras demandas del resto de bonistas para cobrar también la deuda íntegra, que podría ascender, en total, a una impagable suma de 120.000 millones de dólares, según versiones argentinas.

El próximo 30 de julio se cumplirá el plazo de gracia que, por contrato, Argentina tiene para pagar el vencimiento con los acreedores reestructurados correspondiente al pasado 30 de junio.

“Argentina quiere pagar, pero sobre todo va a pagar su deuda reestructurada que es un trabajo muy arduo, de mucha negociación, que nos llevó a un rotundo acogimiento, 92,4%”, reiteró Kicillof en su última comparecencia.

El ministro apuntó también que “hay novedades todos los días” que hacen variar el equilibrio de fuerzas y señaló como ejemplo que hay “un grupo importantísimo de bonistas reclamándole al juez el cobro de Nueva York”.

Mientras tanto, Argentina ha seguido una estrategia en busca de apoyos internacionales para generar conciencia sobre el riesgo que supone la sentencia de Griesa para el sistema financiero internacional, ya que es un precedente que pone en peligro las posibilidades de los países de reestructurar su deuda soberana.

En la reunión de este lunes no participarán los representantes de los fondos litigantes, que ya han anunciado que aceptarían un pago con bonos como el que planteó Argentina a Repsol para compensar a la petrolera española por la expropiación del 51 % de las acciones de YPF, o según lo acordado con el Club de París.