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La nueva inmigración ilegal a EE.UU.: los niños, discuten obispos católicos

Miércoles, 21 de mayo de 2014 - 11:40 UTC
Elizondo, obispo auxiliar de Seattle pide urgentes medidas para proteger a los niños Elizondo, obispo auxiliar de Seattle pide urgentes medidas para proteger a los niños
 Vagones de trenes cargados de niños ilegales camino a intentar cruzar la frontera Vagones de trenes cargados de niños ilegales camino a intentar cruzar la frontera

Los representantes de los obispos católicos de Estados Unidos, México y América Central se han reunido en El Salvador para discutir las cuestiones principales referidas al complejo fenómeno de las migraciones. En el centro de las discusiones estará el aumento en el flujo de niños migrantes que viajan solos a los EE.UU. y las alternativas que pueden adoptarse para protegerlos tanto en sus países de origen, como a lo largo de la ruta que recorren.

 La nota enviada a Fides por una fuente local, refiere cuanto ha afirmado monseñor Eusebio Elizondo, Presidente del comité sobre migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB): “La violencia perpetrada por las pandillas y el crimen organizado en partes de Centroamérica es un factor que contribuye al amplio número de menores que emigran”, manifestó.

Elizondo, quien también es obispo auxiliar de Seattle, hace unos días dijo -en una declaración publicada por la USCCB- que “se deben adoptar de forma urgente medidas para proteger a estos menores y garantizar su seguridad en sus comunidades”.

En noviembre pasado, una delegación de ese organismo viajó a Centroamérica para observar la migración de menores, publicando después un informe titulado: “Mission to Central America: The Flight of Unaccompanied Children to the United States” (Misión a América Central: el vuelo de los niños solitarios a los Estados Unidos).

Elizondo además señaló que, a largo plazo, el Gobierno norteamericano deberá trabajar con los Gobiernos en la región para aumentar mecanismos de protección para estos jóvenes, quienes viven en el temor y se ven privados de oportunidades de educación y empleo.

No se trata simplemente de un tema de migración, sino que también tiene que ver con la política exterior y con la ayuda a estos países para que protejan a sus ciudadanos, especialmente a los más vulnerables, subrayó Elizondo.